La Justicia entrerriana decidió allanar la imprenta del cuñado del ex gobernador y domicilios de varios de los socios

La justicia provincial investiga si el exgobernador Sergio Urribarri y su familia se enriquecieron en la función pública. En los procedimientos se secuestraron computadoras, pendrives, discos externos y teléfonos celulares.

Bajo un profundo hermetismo, efectivos de la Policía Federal realizaron este lunes ocho allanamientos en distintos inmuebles de la ciudad de Paraná, ordenados por los fiscales Santiago Brugo y Patricia Yedro, en el marco la causa en la que se investiga el presunto enriquecimiento ilícito del ex gobernador Sergio Urribarri, familiares y allegados.

Los procedimientos estuvieron a cargo de policías federales de Paraná y otros que llegaron a la capital provincial procedentes de Concepción del Uruguay, Reconquista, Santa Fe y Rosario. El objetivo fue secuestrar documentos, computadoras, pendrives y otros medios de almacenamiento de información, además de teléfonos celulares y otros elementos que serán analizados por peritos del Superior Tribunal de Justicia (STJ). Pero no se registraron detenciones.

La causa se inició a partir de una denuncia que presentaron los abogados Rubén Pagliotto y Guillermo Mulet, luego de que la revista Análisis publicara un informe periodístico en el que dio cuenta del crecimiento patrimonial de la familia del exgobernador y ahora presidente de la Cámara de Diputados. La investigación alcanza a su esposa e hijos, a su cuñado Juan Pablo Aguilera y allegados a éste.

Según los denunciantes, los familiares y allegados a Urribarri podrían "fungir de personas interpósitas para disimular el enriquecimiento, sobre todo, del exgobernador y actual diputado provincial", es decir, fueron señalados como posibles testaferros.

Policías sueltos. Los allanamientos se realizaron en la casa y empresas ligadas a Juan Pablo Aguilera, cuñado del ex gobernador Urribarri, exsecretario de la Cámara de Senadores de la provincia y excoordinador de la Casa de Entre Ríos, en la Ciudad de Buenos Aires.

Un procedimiento se realizó en la sede de la empresa TEP SRL, que funciona en un galpón ubicado en calle Racedo 415, de Paraná. Peritos informáticos del Poder Judicial estuvieron hasta la noche trabajando sobre las computadoras de la imprenta. También fue allanado otro galpón de la firma en el Parque Industrial.

Si bien Aguilera no aparece en el directorio de la empresa, los accionistas serían allegados al cuñado del exgobernador. Uno de ellos es el diseñador gráfico, Emiliano Oscar Giacopuzzi, que figura como socio gerente de la firma.

Entre los domicilios allanados también estuvo la casa de Aguilera, en el Acceso Norte, donde vive con su esposa, Luciana María Belén Almada, también imputada en la causa y que sería socia de la imprenta TEP SRL.

Además, fueron allanadas oficinas de la empresa Next SRL, que tiene domicilio en calle Racedo 413, al lado de la imprenta. Como socios de esa empresa figuran Luis Alejandro Almada, cuñado de Aguilera, y Maximiliano Romeo Sena, también imputados en la causa. La empresa tiene otra oficina en calle Villaguay 842 y también fue allanada.

En el informe periodístico que originó la causa se mencionaba que la imprenta que se le atribuye al cuñado de Urribarri se dedicaba exclusivamente a emitir facturas y trabajos para organismos oficiales de la provincia.

Los fiscales Brugo y Yedro buscan saber si los ingresos declarados por el exgobernador son compatibles con sus ingresos, como así también los de su familia y allegados.

Brugo: "Se ha avanzado mucho"

La semana pasada el fiscal Santiago Brugo habló por primera vez de la causa que involucra al exgobernador Urribarri. En una entrevista que dio a Página Judicial, dijo que desde diciembre hasta ahora "se ha avanzado mucho" y "es mucha la información que se recolectó de diferentes organismos públicos para acreditar si existe o no el delito que se está investigando". También reconoció que tiene entre manos "una causa complicada que requiere de una estructura que no tenemos". Además, se refirió a las trabas que ha debido enfrentar y admitió que "en muchos lugares demoran la información requerida". Hace unos días Urribarri también habló, aunque a través de un correo electrónico a la revista Análisis.

"Cuando obtenga la falta de mérito (sic), otra será la historia y otra será mi actitud pública pero, en criollo, mientras tanto y aunque me calienta la injusticia, me la tengo que aguantar. Pero tengo la más absoluta tranquilidad", escribió. "Mi principal tranquilidad es que todo lo actuado por mí, o por mi familia, en materia económica está en las declaraciones juradas que religiosamente he presentado", completó.