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Internacionales

Francisco advirtió que "la guerra genera pobreza, pero la pobreza también genera guerras"

El papa Francisco aseguró que "la guerra genera pobreza, pero la pobreza también genera guerras" y se mostró preocupado por "el problema actual de la interesa de trabajo", al visitar la tumba del sacerdote italiano Antonio Bello, en la localidad sureña de Alessano, Italia.



"No hay que teorizar la cercanía a los pobres, sino estar cerca de ellos, involucrándose en primera persona, hasta quedar desposeído", reclamó el pontífice durante la visita pastoral de un día que cumple este viernes en recuerdo de los 25 años de la muerte del sacerdote.


"Si la guerra genera pobreza, también la pobreza genera guerra. La paz, por eso, se construye comenzando desde las casas, las calles, en cada lugar en el que artesanalmente se plasma la comunión", demandó Jorge Bergoglio frente a unos 20.000 fieles, según el cálculo de la Gendarmería vaticana. 


Bello, conocido como "Don Tonino", fue un obispo italiano nacido en Alessano 1935, fallecido el 20 de abril de 1993 en Molfetta, caracterizado por una acción pastoral muy cercana a los pobres y fundador del movimiento Pax Christi en el sur de Italia en 1990.


"En todas las épocas el Señor pone en el camino de la Iglesia a los testigos que encarnan el buen anuncio de la Pascua, los profetas de la esperanza para el futuro de todos. Desde su tierra, Dios ha dado lugar a uno como un regalo y una profecía para nuestros tiempos", recordó Francisco a "Don Tonino", tras rezar en soledad frente a su tumba.


"Don Tonino sentía la necesidad de involucrarse en primer persona, hasta quedar desposeído. No lo molestaban los pedidos, lo hería la indiferencia. No temía la falta de dinero, pero se preocupaba por la interesa de trabajo, un problema tan actual hoy en día", planteó Bergoglio. 


En esa línea, en un mensaje cargado de referencias a la acción pastoral de Bello, Francisco pidió "una Iglesia no mundana, sino al servicio del mundo. Que esté en espera de dar pronta ayuda, y no en espera solo de recibir". "Que el Mediterráneo, histórica cuenca de civilización, no sea nunca un arca de guerra, sino un arca de paz y acogida", pidió, en referencia al conflicto migratorio que atraviesa a Europa y que ha marcado varios mensajes de su pontificado.


Tras una primera etapa en Alessano, Francisco celebró luego una misa en la vecina Molfetta, en la que animó a los fieles de la Puglia italiana a ser "constructores de paz". "Nosotros, que compartimos el pan de unidad y de paz, estamos llamados a amar cada rostro, a reparar cada lágrima, a ser, siempre y donde sea, constructores de paz", pidió Bergoglio en la última etapa de su viaje al sur italiano. 


"Entender a los pobres era para él una auténtica riqueza, y tenía razón porque los pobres son realmente la riqueza de la Iglesia", expresó el Papa, destacando la fortaleza de Don Tonino, para vencer la recurrente tentación de "acomodarse con los pobres de turno, de recibir privilegios, y de perseguir una vida cómoda, porque quien sigue a Jesús ama a los pobres".


"Don Tonino fue un hombre de su tierra, porque en esta tierra ha madurado su sacerdocio", añadió Bergoglio, recordando el enorme valor que tenía la vocación para este "pastor con olor a oveja".





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