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Habrá un referéndum

Nueva Zelanda sancionó una ley de eutanasia

La posibilidad de pedir asistencia para morir fue reservada para pacientes terminales con una expectativa de vida de menos de seis meses. En el referendum también se indagará acerca de la legalización del cannabis con fines no medicinales.



 

Nueva Zelanda dio un paso hacia la legalización de la eutanasia, luego de que el parlamento aprobara un proyecto que la habilitaría solo para personas con enfermedades terminales y a quienes los médicos diagnostiquen menos de seis meses de vida. La norma, que fue aprobada por 69 votos a favor y 51 en contra, sólo entrará en vigencia si la ciudadanía vota por el “sí” en un referéndum que se celebrará el mismo día que las elecciones presidenciales de 2020, algo que los partidos políticos minoritarios establecieron como requisito para votar el proyecto.

 

Así, Nueva Zelanda será el primer país del mundo en someter la legalización de la eutanasia a votación en un referéndum.

 

El proyecto de eutanasia fue aprobado en una votación transversal, para la que los partidos políticos dejaron a las y los legisladores en libertad de acción a la hora de apoyar o no la iniciativa. En la misma sesión, se aprobó que en las elecciones de 2020 la ciudadanía también deberá votar en un referéndum sobre la legalización del uso recreativo de cannabis, y se rechazó relevar la opinión popular sobre la legalización del aborto.

De acuerdo con una encuesta realizada en julio, el 72 por ciento de la población apoya la legalización de alguna forma de muerte asistida. De todos modos, durante el tiempo que llevó el debate en el parlamento, a los despachos legislativos llegaron 39 mil cartas, el 90 por ciento de las cuales eran para expresar oposición a la eutanasia.

“Podemos hacerlo mejor como nación, somos una nación compasiva”, dijo la legisladora Nikki Kaye, del partido de la oposición, quien advirtió que el Congreso neozelandés debía “aprobar la ley en beneficio de la equidad y la justicia”. Para Kaye, durante su paso por el Congreso, el texto original de la ley se fue restringiendo.

La norma aprobada establece que para acceder a la asistencia que permita terminar con la propia vida no se considerarán edad, discapacidades ni enfermedades mentales. Tampoco se podrá acceder a ella con un consentimiento escrito dejado por adelantado ni puede ser sugerida como solución por los médicos.

De acuerdo con la iniciativa aprobada, quienes soliciten la eutanasia deberán contar con el aval de dos médicos que certifiquen que esa persona padece una enfermedad terminal con pronóstico de menos de seis meses de vida.

Algunos legisladores sostuvieron que, tal como fue aprobada, la ley deja en desventaja a la minoría maorí, cuyo acceso al sistema de salud es deficiente y suele enfrentar obstáculos. Otros, en cambio, aseguraron que quienes acompañaron la norma fueron “desconsiderados y rudos” con las personas con discapacidades, a quienes “les dijeron que es demasiado costoso mantenerlos con vida”.

 

Para evitar el impacto que la circulación de noticias falsas y campañas de desinformación y manipulación puedan tener sobre la votación en el referéndum, el ministerio de Justicia pondrá en marcha un equipo especial para dar conocer con exactitud los pormenores del proyecto aprobado. En el referéndum, las y los ciudadanos deberán responder si están de acuerdo o no la ley.

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