Sin pretemporada. Suena repetido, pero este punto es clave. Franco no tuvo los tres días con dos tandas de prácticas previas. Por ejemplo, Jack Doohan llegó a hacer un total de 1.131,108 kilómetros y Gasly, 1.060,752 kilómetros. Recién se subió al auto de este año el viernes 16 de mayo en Imola y compitió contra 19 pilotos que ya traían ritmo de seis Grandes Premios. Pero, más allá de las diferencias, como le pasó con Williams donde solo había hecho 450 kilómetros (N. de la R: Kimi Antonelli hizo 10.000 km con Mercedes antes de su debut) arriba de un F1 y no desentonó en su bautismo absoluto en 2024, este año Colapinto fue de menor a mayor. Nunca empeoró su manejo.
Bajo presión. El anuncio para ser titular en Alpine en reemplazo de Doohan, hecho el 7 de mayo, se informó que era por “5 carreras”. Luego se transformó en una evaluación “carrera a carrera”, según informaron desde la escudería francesa. Pese a esa presión, Franco respondió y se aferró a su butaca por rendimiento, y terminará la temporada, como lo adelantó Infobae el 30 de junio.
Sin rivales. Hasta su debut en Imola, Franco probó con un auto de 2023 en los TPC (Testing of Previous Cars) en Barcelona, Qatar, Monza y Zandvoort. Todo el tiempo estuvo bajo el ojo de la tormenta y los rivales que le pusieron, como tener que superar el trabajo de Doohan (algo claro en los tiempos y posiciones finales en carreras) y la amenaza llamada Paul Aron, impuesta por el propio Briatore.
Fallas del equipo. Una y otra vez se levantó después de los problemas que sufrió con su equipo. Desde la pérdida con un motor Renault con 30 caballos menos que el resto (Mercedes, Ferrari y Honda), los inconvenientes en la transmisión que le impidieron pasar a la Q2 en España y largar en Gran Bretaña, los errores de estrategia o las lentas detenciones en los boxes en Hungría, donde acumuló 18 segundos. Esto, sumado a un plan en el que no se incluyeron mejoras en los autos en la segunda mitad de temporada y con el foco puesto en el auto del año próximo, Colapinto se las ingenió para sacar agua de las piedras. Se destacó en un contexto negativo.
Desarrollo del auto de 2026. Franco viene trabajando mucho en el A526, que se ajustará al nuevo reglamento que exige autos y neumáticos más chicos, alerones delanteros móviles, reducción de aditamentos aerodinámicos y misma entrega de potencia en el motor a combustión (el año próximo será Mercedes en lugar de Renault) y en el eléctrico. Con su experiencia de este año y lo preparado que está de cara al próximo ejercicio, el argentino es número puesto para 2026.
Liderazgo. En medio de los inconvenientes mencionados, nunca se quejó públicamente del equipo. Colapinto siempre bancó la parada y en sus visitas a la fábrica de Enstone mantuvo las charlas con los responsables del equipo e inspiró al resto de los integrantes. Se hizo querer por todos en la escuadra francesa y en los momentos de crisis es donde nacen los líderes, y el piloto argentino se convirtió en uno de ellos dentro de Alpine.
Contrato a largo plazo. Franco llegó a Alpine a modo de cesión por cinco años de parte de Williams. Antes del cambio de equipo era obvio que Franco sabía que en algún momento iba a correr, ya que se incorporó como piloto de reserva, el mismo rol que hubiese cumplido si se quedaba en la escudería inglesa. Colapinto es un activo de Alpine (en su actual contrato) y también de Williams. A ambos equipos les conviene que corra.
Mejora constante. Pese a todas las desventajas mencionadas, logró ir de menor a mayor, tuvo un rendimiento sobresaliente y logró achicar la distancia con Gasly y hasta superarlo en clasificaciones y carreras. En el mano a mano en carreras dominicales (no se cuenta Gran Bretaña), el francés manda 7/6, pero cabe recordar la orden recibida en Italia para ceder ante el francés, quien este domingo zafó por la neutralización en el final en México.
Contundencia en los relojes. Sin embargo, las posiciones finales en una carrera o clasificación se ratifican con el ritmo de carrera de Colapinto respecto de Gasly, quien corre en Alpine desde 2023 y conoce sus autos al dedillo. Franco debió conocer los límites del coche a medida que pasaron las carreras y su ritmo de carrera expuso a la “piedra angular” como denominó Briatore al corredor galo. Para definir su continuidad como titular en 2026, a Franco lo pusieron a prueba en Singapur y Austin: en ambas rindió.
Aporte económico. Este punto es clave. El enorme talento viene acompañado de un paquete de sponsors liderado por la conocida empresa de venta electrónica fundada en Argentina y que es multinacional. La presencia en el auto, que obligó a cambiar su decoración en Austin, México y Brasil, da cuenta del apoyo presupuestario. El respaldo que le dio por redes sociales el propio jefe de marketing de la firma es una muestra del soporte que tiene. Alpine necesita la inyección de capitales y no puede dejar pasar un aporte tan importante.
Estos motivos le dan la tranquilidad al argentino de su deber cumplido. Él no es el que está en deuda. Todo lo contrario. Hizo mucho más de lo que le podían exigir. Con el avance de los días, el esperado anuncio de su continuidad como titular dejó de ser una primicia. Briatore anticipó que en noviembre se definirá el tema y una fuente de Alpine se lo ratificó a este medio la semana pasada. Todo indica que sería la semana próxima, en la previa al Gran Premio de San Pablo, en Brasil, aunque algunos se aventuran y afirman que puede adelantarse.
Sin embargo, pese a la ansiedad de los fanáticos, ese comunicado no será una bomba como sí lo fue la promoción como titular de Williams informada el martes 27 de agosto de 2024 a las 13:00 (hora de Argentina) cuando, contra todo pronóstico y presión de la mayoría de la prensa europea, el jefe del histórico equipo inglés James Vowles se la jugó por el argentino. Esta vez su continuidad como titular para 2026 no será una sorpresa porque Franco Colapinto se recibió hace rato de piloto de Fórmula 1.






