
La cita es a partir de las 15 h con radio abierta, espacio de expresión y denuncia, y a las 17 h marchamos junto a jubiladxs en un acto de unidad intergeneracional.
Frente a una realidad atravesada por la violencia machista, el ajuste económico y las políticas de crueldad, volvemos a decir basta. Las luchas no son fragmentos aislados: son cuerpos, territorios y causas entrelazadas. Por eso hoy, más que nunca, exigimos una respuesta integral.
Desde los reclamos por el acceso a la salud en IOSPER, el derecho a una educación pública de calidad, la defensa del trabajo cartonero, la emergencia en discapacidad, la cultura en resistencia, hasta las pensiones y jubilaciones dignas: todo está en disputa, todo está conectado.
Nos organizamos para enfrentar el ajuste, la represión y la desigualdad. Porque la violencia de género no es un fenómeno aislado: es estructural, y se recrudece en contextos de crisis.
Seguimos luchando por nuestros derechos a la salud sexual, (no) reproductiva, y a vivir vidas libres de violencias. La deuda sigue siendo con nosotras, con nosotres.
¡Vivas, libres y desendeudadas nos queremos!
Traé tu taza: compartimos la chocolatada y la esperanza. Porque la lucha es una, y es colectiva.