El Tribunal Supremo Electoral (TSE) de Bolivia abroqueló en su contra a los extremos de la política boliviana con su decisión de postergar para el 18 de octubre, frente a la pandemia de coronavirus, las elecciones que estaban convocadas para el 6 de septiembre, ya que mientras sectores obreros e indígenas afines al Movimiento Al Socialismo (MAS) exigen que se respete la fecha acordada, la derechista alianza Creemos pide anular el proceso electoral y "prender la chispa otra vez en octubre".
La nueva postergación prende luces de alarma en el MAS, cuyo candidato presidencial, Luis Arce, lidera cómodamente las encuestas de intención de voto y podría ganar en primera vuelta, mientras que para el resto de los partidos sería la oportunidad de intentar, una vez más, armar una alianza para evitar el regreso al poder de la fuerza que lidera Evo Morales, y el argumento de la pandemia, que es real y dramática en Bolivia, es difícil de rebatir.
"No vamos a permitir la suspensión de las elecciones del 6 de septiembre. Exigimos el respeto a la ley que aprobó la Asamblea Legislativa para que se lleve adelante las elecciones promulgadas por el poder Ejecutivo, el 6 de septiembre", aseguró Juan Carlos Huarachi, máximo dirigente de la Central Obrera Boliviana (COB), citado por el diario boliviano Página Siete.
La COB convocó a una marcha para el martes contra lo que tildó de "golpe a la democracia". La caravana partirá desde Senkata, a 40 kilómetros de La Paz y se dirigirá hasta El Alto, ciudad periférica a la capital boliviana.
En la misma noche del jueves, a horas de que el TSE decidiera unilateralmente la postergación, la Coordinadora de las 6 Federaciones del Trópico de Cochabamba emplazó al TSE para que en 72 horas "se rectifique de su posición unilateral y contraria a la normativa vigente" y "garantice las elecciones del 6 de septiembre" en cumplimiento "de los acuerdos con las organizaciones políticas".
Pasado ese plazo, advirtieron los miembros de la Coordinadora, "iniciaremos movilizaciones indefinidas en todo el territorio nacional", según el comunicado al que tuvo acceso Télam.
El concepto de decisión unilateral también fue tomado por el expresidente Evo Morales, asilado en la Argentina desde diciembre, tras el golpe de Estado que forzó su renuncia en noviembre del año pasado.
"En las dos oportunidades en las que se modificaron los plazos para las elecciones, el Tribunal Supremo Electoral envió notas a la Asamblea Legislativa poniendo en consideración de ésta esas modificaciones. Ahora lo hace unilateralmente, dándole un golpe a la democracia", dijo el exmandatario indígena en su cuenta de Twitter.
"El Tribunal Supremo Electoral y el gobierno de facto coinciden en intentar restar valor a la Asamblea Legislativa. La resolución de postergación de las elecciones pretende cerrar la Asamblea, un Órgano del Estado nacido del voto del pueblo. No al golpismo", había dicho Morales ayer, por la misma vía.
Dos organizaciones fuertes del masismo, la Federación Departamental Única de Trabajadores Campesinos de La Paz Tupac Katari, y las Bartolinas, también exigieron que el TSE ratifique la fecha de las elecciones para el 6 de septiembre. "La paciencia del pueblo boliviano tiene límites", expresaron desde la primera organización.
Segundina Flores, máxima dirigente de las Bartolinas,