Cada vez son más las investigaciones que vinculan la salud intestinal con la buena salud mental, resaltando el papel central que desempeña la alimentación en ambos órganos. Entre las distintas afecciones estudiadas en esta conexión intestino-cerebro se encuentra el estreñimiento.
Un intestino sano protege el cerebro en la vejez al reducir el riesgo de deterioro cognitivo asociado con el estreñimiento crónico, el cual está relacionado con inflamación, disbiosis y una menor producción de neurotransmisores esenciales. Estos hallazgos fueron presentados en la Conferencia Internacional de la Asociación de Alzheimer, donde se concluyó que la frecuencia de evacuaciones intestinales está ligada al deterioro de la función cognitiva.
Comparando a personas con evacuaciones diarias versus aquellas estreñidas (con evacuaciones cada tres días o más), se observó que las segundas presentaban un envejecimiento cerebral equivalente a tres años más rápido. Además, se encontró que el estreñimiento crónico aumentaba en un 73 % las probabilidades de experimentar deterioro cognitivo subjetivo.
Expertos como la doctora Heather M. Snyder, de la Asociación de Alzheimer, destacan la importancia de abordar la salud digestiva para prevenir consecuencias negativas en el cuerpo. El médico clínico y gastroenterólogo Facundo Pereyra señala que el mal funcionamiento del sistema digestivo puede afectar la salud cerebral y cognitiva, generando neuroinflamación y otros síntomas.
La microbiota intestinal juega un papel fundamental en la comunicación entre el intestino y el cerebro. Desequilibrios en esta microbiota, como los provocados por el estreñimiento, pueden influir en la salud cerebral y cognitiva. Promover una microbiota diversa y equilibrada a través de una alimentación variada y saludable es crucial para reducir la inflamación y mantener una buena salud general.
Además, se recomienda adoptar hábitos alimentarios saludables, como consumir fibra, polifenoles, probióticos y prebióticos, así como consultar a un médico en caso de persistir los problemas de estreñimiento. Identificar y eliminar posibles desencadenantes de la constipación, como ciertos alimentos, puede contribuir a mejorar los síntomas y prevenir complicaciones a largo plazo.