El gremio de ARCA se encuentra en alerta ante los recientes cierres y despidos que se están produciendo en las delegaciones provinciales. El pasado miércoles 5 de marzo, se anunció a través del Boletín Oficial el cierre de las oficinas de ARCA en Concepción del Uruguay y Gualeguay, lo que ha generado gran incertidumbre en la región.
Darío Marengo, secretario adjunto de AEFIP, brindó detalles acerca de esta medida y comunicó las acciones que se están planificando en respuesta a la misma. Los contribuyentes de estas localidades deberán dirigirse a otras oficinas para gestionar sus trámites, lo que representa un inconveniente logístico significativo.
La decisión de cerrar estas delegaciones se fundamenta en una supuesta sobredimensionamiento de la estructura organizacional de la Dirección General Impositiva en los últimos años. Esto ha generado un profundo malestar entre los trabajadores afectados y en el sindicato, que denuncian la falta de consulta y la unilateralidad de la medida.
Manuel Adorni, vocero presidencial, anunció la eliminación de 695 cargos, lo que representa un 27% de la estructura de la dependencia, incluyendo puestos en la sede central de la DGI y en la subdirección de grandes contribuyentes. Esta reestructuración ha sido recibida con preocupación y rechazo por parte de los sindicatos y los trabajadores afectados.
La negativa del gobierno a respetar la estabilidad laboral de los empleados ha generado un revés judicial, que ha impedido por el momento los despidos sin causa en el marco del convenio colectivo de trabajo. Darío Marengo ha señalado que esta situación de incertidumbre laboral y el ajuste implementado por el gobierno atentan contra el empleo, la recaudación y el rol fiscalizador del Estado.
Ante la posibilidad de implementar retiros voluntarios, Marengo mencionó que estas propuestas fueron cerradas en febrero, dejando a muchos trabajadores sin una salida pactada frente a la reestructuración en curso. La incertidumbre y la falta de perspectivas salariales han generado malestar en el gremio, que se encuentra en un estado de alerta y movilización constante.
En medio de este conflicto laboral, los trabajadores de ARCA luchan por preservar sus derechos y mantener la estabilidad de sus puestos de trabajo. La incertidumbre y la inseguridad laboral afectan no solo a los trabajadores directamente involucrados, sino también a los contribuyentes y a la sociedad en su conjunto, que ve comprometida la función pública en beneficio de intereses ajenos a su bienestar.