El viernes, la voz de Viejas Locas se negó a declarar ante el juez criminal y correccional porteño, Martín Yadarola, por consejo del defensor oficial que lo asistió. El juez ordenó que el músico fuera alojado en la cárcel de Ezeiza bajo el Programa Interministerial de Salud Mental Argentino (Prisma), que aloja a los presos con trastornos mentales o de comportamiento producto del consumo de sustancias psicoactivas.
Unas horas antes, Pity Álvarez había llegado a la Comisaría Vecinal 8-C, de Villa Lugano, para entregarse después de pasar casi 20 horas prófugo. Por la madrugada, el cantante llegó en un Audi color negro conducido por su abogado. Al bajarse, con gafas de sol blancas y la campera psicodélica con la había aparecido minutos después del crimen en el boliche Pinar de Rocha en Ramos Mejía, confesó ante la prensa: "Sí, fui yo quien disparó. Lo maté porque era entre él y yo. Era él o yo. Él era un pibe que choreaba. Lo maté porque si no, él me iba a matar".
Según informaron fuentes judiciales a LA NACION, en los próximos días el juez Yadarola decidirá si ordena una serie de estudios psicofísicos para tener más información sobre la salud física y mental de Pity Álvarez.
La trama comenzó el jueves por la madrugada. Según fuente policiales, a la 1.50 en el pasillo que separa la torre 12 de la 11 en barrio Cardenal Antonio Samoré de Villa Lugano, el rockero desenfundó su pistola calibre 6.35. y le pegó cuatro tiros a Cristian Díaz, de 35 años provocando su muerte en el acto. Habían discutido.
Pity Álvarez se subió a un auto junto a su novia, Agustina, y escapó. Su primer destino fue el boliche de la zona oeste del conurbano, Pinar de Rocha. Allí tocaba el músico cuartetero Ulises Bueno. Pity Álvarez intentó ingresar a los camarines, pero el staff de Bueno le negó la entrada "porque no sabían en qué estado se encontraba", según confió a LA NACION parte del equipo de Bueno que estuvo presente en el lugar.
En el boliche se encontraron con el padrastro de Agustina. Pity se separó de los dos y se quedó con unos amigos. La novia se quebró y le contó a su padrastro que Pity había cometido un homicidio. Él intentó que Agustina fuera a la Justicia a contar lo que había pasado. Luego, Álvarez se subió al auto del padrastro. Todos pensaron que se iba a entregar, pero Pity dijo que se quería bajar y que no se iba a entregar.
Se bajó y corrió. Estuvo un par de horas en distintas zonas del conurbano hasta que decidió volver a las cercanías del barrio Cardenal Samoré, según fuentes con acceso al expediente.
En horas de la noche le envió mensajes de WhatsApp a su abogado, según dijo a LA NACION el letrado.
"Te tengo que ver", le dijo Álvarez. "Finalmente nos encontramos en una estación de servicio de Caseros y después lo llevé a entregarse a la comisaría", explicó Queijeiro.
Ahora, el músico de 45 años se encuentra detenido en el penal de Ezeiza bajo el programa Prisma, conocido como 'pabellón psiquiátrico'. Álvarez quedó a la espera de que el juez evalúe las pruebas en su contra.