En el arte de tapa, siempre en blanco y negro, una foto de los padres de Carlos Alberto Solari. En el interior, las imágenes de artistas de distintas disciplinas, desde la violonchelista británica Jacqueline du Pré al poeta francés Antonin Artaud y el pintor austriaco Gustav Klimt. Todos ellos inspiraron a este hombre de 69 años, nacido en Paraná y formado en La Plata, a convertirse en Indio Solari. Ese músico prolífico que acaba de presentar 15 nuevas canciones, las que conforman su último disco solista: El Ruiseñor, el Amor y la Muerte.
En la noche del jueves, en FM La Patriada y a través del periodista Marcelo Figueras, el biógrafo de Solari, se descubrió por completo la producción, si bien poco más de un mes atrás ya se habían adelantado dos canciones ("El martillo de las brujas" y "Strangerdanger") y otras tantas se filtraron por las redes sociales. Y esta mañana radios masivas como FM La Mega, ya con el disco a la venta, también difundieron los tracks.
Lo dicho: 15 en total (todas disponibles en la web) para un disco que debió demorarse por la salud de Solari, que lucha contra el mal de Parkinson, y de su baterista e ingeniero en sonido, el ex ANIMAL Martín Carrizo, quien padece esclerosis lateral amiotrófica.
Con silencio de radio, Figueras inició su programa a las 22, puntual. Cualquier otra cortina musical hubiera sido inapropiada: "Voy a interferir lo menos posible", anticipó el periodista, dando a entender que lo único que importaba en esa emisión era la voz de Solari y su música, junto a Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado. Pero se tomó una licencia, a modo de aclaración.
"El Indio podría presentar el disco donde demonios quisiera, o haber hecho un negocio con esta presentación. Pero después de tantos años sigue haciendo este negocio, que es del corazón, y por eso decidió que su disco sonara en una radio como esta, cooperativa y alternativa. Fue iniciativa de él", explicó un Figueras emocionado, lamentando enseguida que algún ricotero haya filtrado por WhatsApp los tracks, "traicionando a quien dice amar". "Me consta la mala sangre que se está comiendo ahora (Solari) -dijo-, aun cuando no está trabajando para hacer guita".
Entonces sí, El Ruiseñor, el Amor y la Muerte sonó en todo su esplendor con "Pinturas de guerra" que abre la placa.
Una a una, track a track, fueron pasando las canciones que Figueras iba pisando porque "una cosa es que haya vivillos, y otra que les facilitemos el laburo". Siguió "La oscuridad", que en su letra contiene una clara mención a Eva Perón y su histórico discurso: "Yo sé, dejé jirones de mi vida aquí". Y después, "El callejón de los milagros", la balada que le da nombre al disco, "El Ruiseñor, el Amor y la Muerte", más "Strangerdanger"
En un programa que se extendió por más de dos horas, vino después "El tío Alberto en el Día de la Bicicleta", "Canción para un terrorista bonito", "La pequeña mamba", "La moda no es vanguardia". "A bailar que no hay infierno" hizo que más de un fanático cante de inmediato "el infierno está encantador… ¡esta noche!". Y "La ciudad de los encandilados", también "Ostende Hotel".
Luego del track 14, "Panasonic y el mundo a sus pies", el di
