Estos hechos "no caben en un estado de derecho", aseguró el vocero de la canciller, Steffen Seibert, durante una rueda de prensa en Berlín. "Es importante para el gobierno, para todos los representantes democráticos y pienso para la gran mayoría de la población de decir claramente que estos tumultos ilegales y cazas colectivas contra personas de apariencia u origen extranjero (…) no tienen lugar en nuestro país", afirmó.
Hacía referencia a los incidentes que se produjeron el domingo en la localidad de Chemnitz, en la Alemania del este. Unas mil personas participaron en una manifestación ilegal de la extrema derecha tras la muerte de un alemán blanco de 35 años durante una pelea en la que participaron diez personas.
La policía informó que se produjeron actos violentos durante las protestas, como el lanzamiento de botellas contra los agentes. Según testigos y vídeos publicados en las redes sociales, algunos manifestantes agredieron físicamente y persiguieron a migrantes. También lanzaron proclamas como "fuera los extranjeros" y "nosotros somos el pueblo".
El movimiento xenófobo e islamófobo Pegida y el partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD) convocaron a nuevas manifestaciones en el mismo lugar donde se produjo la disputa. Afirman que la víctima fue apuñalada "mientras intentaba proteger a su mujer".
El incidente se produce en un momento en que el debate migratorio suscita una gran tensión en Alemania. Merkel es criticada por haber favorecido un incremento de la criminalidad en el país tras haber permitido la llegada de más de un millón de refugiados.