Un nuevo escándalo sacude a la UEFA. Según ha publicado en exclusiva The Guardian, la organización del fútbol europeo habría desembolsado 10,8 millones de euros a clubes rusos desde que inició la invasión en Ucrania. Esto ha indignado a cinco equipos ucranianos, que aseguran no recibir dinero de los llamados ‘fondos de solidaridad’ por estar en “zonas de operaciones militares”.
Los clubes rusos, junto a la selección nacional, fueron expulsados de la Champions League y el resto de competencias de la UEFA cuando comenzó el conflicto en suelo ucraniano. Sin embargo, el organismo habría facilitado millones de euros desde entonces, ofreciéndoles ventajas económicas a pesar de su exclusión.
Estos pagos tienen como objetivo mantener la competitividad y fomentar el desarrollo de los clubes en las ligas nacionales de Europa. De esta forma, según la UEFA, buscan evitar que se desarrollen grandes diferencias económicas respecto a los equipos que entran en competiciones europeas y reciben las respectivas compensaciones.
Desde 2022, la UEFA ha desembolsado 3.305.000 euros en pagos solidarios a la Unión Rusa de Fútbol en 2022-23, 3.381.000 euros en 2023-24 y 4.224.000 euros para la temporada 2024-25. Además, en la campaña 2021-22 se realizó un pago de 6.209.000 euros, siendo todos estos datos desvelados por The Guardian.
Aunque sigan vigentes las sanciones a los clubes. la Federación Rusa no ha abandonado la UEFA. Tuvo la oportunidad de unirse al organismo homólogo asiático y disputar sus competiciones, pero decidió continuar en la institución europea, generando el enfado entre muchos sectores del fútbol del continente.
“Rusia es Europa”, declaró el vicepresidente de la federación de Rusia, Ahmed Ajdamirov, cuando fue preguntado por la posibilidad de abandonar el organismo. Como explica este periódico digital, existe una influencia rusa en la UEFA. Polina Yumasheva, exesposa del oligarca Oleg Deripaska e hija de un exasesor del presidente Putin, es una evidencia, pues pertenece al comité de gobernanza y cumplimiento.
Directivos de cinco clubes ucranianos, Chornomorets y Real Pharma (Odesa), IFC Metalurg (Zaporizhia), FSC Phoenix Mariupol (Mariupol) y FC Metalist 1925 (Járkov), escribieron el 27 de julio a Aleksander Čeferin, presidente de la UEFA, para protestar por la retención de los pagos solidarios correspondientes a las dos últimas temporadas.
Los clubes explicaron que, según la contestación por parte de la UEFA, la restricción se debía a “requisitos confusos de un banco en Suiza”, relacionados con la ubicación de los clubes en zonas de guerra. En la carta, contestaron que “la zona de agresión militar de Rusia, no es una región específica de nuestro país, sino toda Ucrania”. Además, explicaron que Odesa y Járkov ni siquiera se encuentran ocupadas.
La carta también señaló la difícil situación de los aficionados ucranianos y la necesidad de ayuda financiera para aliviar la carga económica en un contexto donde el conflicto limita los ingresos habituales de los clubes. Ahora, tras conocerse que los equipos rusos si estarían cobrando dinero de los fondos de solidaridad, la indignación se ha multiplicado en el mundo del fútbol de Ucrania.
