A partir de febrero, será posible pagar turismo, electrodomésticos y materiales de construcción con tarjeta de débito en dólares

La obligación impuesta por el Banco Central de aceptar pagos con tarjeta de débito en dólares a partir del 28 de febrero ha dado inicio a la competencia entre los comercios. Algunos establecimientos ya han llevado a cabo pruebas al respecto.

Una compañía ha compartido con Infobae uno de estos ensayos, en el cual la transacción se completa en cuestión de segundos: en la pantalla de la terminal POS se muestra "Seleccionar moneda", se elige la opción "dólares", se introduce el importe, se acerca la tarjeta de débito y se emite el recibo. Además, se brinda la posibilidad de agregar una propina, también en dólares.

Esta transacción de prueba se ha realizado en una cadena de comercios que ha cerrado un acuerdo con su proveedor de servicios de pagos para incorporar la opción de pagos en dólares a los servicios de cobro con tarjeta que ya ofrecen. La prueba ha resultado exitosa y ha sido satisfactoria para todas las partes involucradas. Se abre así la puerta a una extensa variedad de productos y servicios que aceptarán pagos con tarjeta de débito en dólares, siguiendo la iniciativa del Gobierno de facilitar el gasto en la economía real de los fondos blanqueados.

Este avance marca el comienzo hacia una economía bimonetaria de jure, en la que conviven legalmente el peso y el dólar sin problemas.

Fiserv habilitará los pagos en dólares con tarjetas de débito Visa y Mastercard tanto en comercios físicos como en el comercio electrónico. Siguiendo la tendencia de otros países donde los usuarios pueden elegir en qué moneda pagar, Fiserv se apoya en su experiencia internacional, como en el caso de Uruguay, para prepararse junto a otros actores del ecosistema de pagos y respaldar esta iniciativa.

Otro sector que espera recibir pagos en dólares es el automotriz, que abarca tanto a concesionarias de autos y motos como a negocios de repuestos, muchos de los cuales son importados. Aquí también se generan expectativas de captar a aquellos que se han registrado en el blanqueo de capitales.