El portavoz presidencial, Manuel Adorni, anunció que sus próximas vacaciones serán en el extranjero, a pesar de la sugerencia del Gobierno. El presidente Javier Milei ha pedido a sus colaboradores que eviten viajar a destinos lujosos en el marco de su plan de ajuste y austeridad.
Durante una entrevista en Todo Noticias (TN), Adorni afirmó que no modificará mucho sus planes vacacionales anteriores y aclaró que no se ha prohibido ningún destino en particular para vacacionar, sino que se pide que las vacaciones sean razonables y coherentes con la vida previa de cada uno.
En relación a las directrices del presidente libertario, Adorni mencionó que se ha solicitado ser prudentes con las vacaciones y que estas estén alineadas con el estilo de vida anterior de cada persona. Destacó que se mencionaron casos como Punta del Este o Miami como ejemplos, no porque haya restricciones específicas, sino para mostrar sensatez.
Respecto a su situación personal, Adorni explicó que, debido a sus hijos pequeños y su exposición pública, tiene que adaptar sus vacaciones a lugares aptos para ello, al igual que cada ministro buscará el mejor lugar para su descanso vacacional.
Javier Milei ha decidido no tomar vacaciones y ha pedido a sus ministros que eviten destinos de lujo. Ha enfatizado la importancia de la prudencia y austeridad en este aspecto, destacando que la situación actual no supone un cambio en la forma de vida de nadie, sino más bien una solicitud de sensatez por parte del presidente.
A pocos días de la llegada del verano, el presidente Javier Milei ha instado a sus colaboradores a dar ejemplo y no viajar a destinos ostentosos. Ha solicitado austeridad a sus ministros, sugiriendo que eviten lugares como Punta del Este, Miami o Europa, y ha pedido coordinación en cuanto a los períodos de receso para garantizar la continuidad de las actividades.
Además, Milei ha indicado que los funcionarios deben mantenerse alerta durante sus días de descanso por si surge alguna necesidad de trabajo inesperada. Asimismo, ha establecido que los días de descanso se ubiquen entre la última semana de diciembre y enero, sin perder de vista la situación económica actual y la necesidad de sobriedad en el gasto gubernamental.