El gobierno argentino logró un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que otorgará una suma de USD 15.000 millones de libre disposición, a cambio de permitir una devaluación encubierta de aproximadamente el 30%, delegada en los mercados por la gestión libertaria. La estrategia incluye bandas de flotación, giros de dividendos para multinacionales y una mayor flexibilidad del cepo cambiario, todo con el objetivo de llevar el tipo de cambio a los $1400 rápidamente y contener la inflación hasta las próximas elecciones.
Este acuerdo fue anunciado apenas horas después de que se conociera un inesperado aumento del 3,7% en la inflación de marzo, generando incertidumbre en los mercados. El ministro de Economía, Luis Caputo, fue el encargado de comunicar los detalles de un nuevo esquema cambiario que elimina el dólar "blue", facilita el acceso a divisas para importaciones y levanta las restricciones para la compra de dólares por parte de personas físicas, eliminando el límite mensual de USD 200 para operaciones digitales.
El régimen implementado establece un rango de $1000 a $1400 en el que el Banco Central no puede intervenir, con una devaluación del 1% mensual. Además, se permitirá la compra de hasta USD 100 en efectivo por ventanilla. Este cambio busca incentivar las inversiones y liberar una parte de los flujos retenidos, aunque se mantendrán restricciones para dividendos acumulados previos a 2025, estimados en unos USD 15.000 millones.
El acuerdo con el FMI prevé un desembolso inicial del 75% de la suma acordada, con USD 12.000 millones inmediatos y otros USD 3000 millones distribuidos durante el año, reforzados por otros USD 6.100 millones de organismos internacionales. Esta cifra representa un porcentaje inusualmente alto para el Fondo y ha sido resultado del ajuste implementado por el Gobierno al inicio de su mandato.
El programa económico presentado guarda similitudes con el firmado por el gobierno de Mauricio Macri en 2018, el cual también involucró un régimen de bandas de flotación poco después del desembolso del FMI. La implementación de este acuerdo y sus posibles repercusiones en la economía y la inflación aún están por verse, generando opiniones encontradas entre oficialistas y opositores ante los nuevos desafíos que implica este inédito acuerdo con el organismo internacional.