La frase "O cierra o se privatiza" ha sido pronunciada recientemente por el presidente Javier Milei en referencia a Aerolíneas Argentinas. Este mensaje, que ha sido repetido por varios funcionarios a lo largo del año, deja en claro que el Gobierno no desea que la aerolínea de bandera siga en manos del Estado.
Para la administración libertaria, Aerolíneas Argentinas representa un gasto innecesario y una fuente constante de conflictos con los sindicatos. El enfoque que se plantea no deja lugar a dudas; sin embargo, lo que no está claro es en qué momento el Estado podrá deshacerse de la empresa según la visión libertaria.
Recientemente, el Gobierno y las autoridades de la aerolínea lograron cerrar con éxito una semana crucial. Además de abrir brechas entre los sindicatos, se llegó a un acuerdo salarial significativo y se avanzó en la revisión de convenios, dos puntos clave para el Gobierno.
Este acuerdo proporciona al Gobierno un respiro financiero por unos meses, permitiendo una temporada estival tranquila en términos de actividad para la empresa. Se acordó que no habrá nuevas negociaciones salariales hasta fines de febrero o principios de marzo, momento en el que se retomarán las discusiones paritarias.
Con la situación sindical resuelta, el foco ahora está en el futuro de Aerolíneas Argentinas. El Gobierno sigue firme en su decisión de desvincularse de la aerolínea, ya sea a través de una venta o, en caso de que la privatización no avance, mediante el cierre.
La venta de la empresa presenta desafíos, ya que requerirá la aprobación del Congreso y condiciones favorables para concretarse. El Gobierno busca que la venta se realice sin obstáculos y de manera tradicional, sin desmembrar la empresa ni imponer restricciones que dificulten la transacción.
En la actualidad, no hay ofertas concretas por Aerolíneas Argentinas, aunque algunas empresas podrían estar interesadas en el futuro. Mientras tanto, se continuarán explorando opciones para garantizar la demanda y reducir costos, incluyendo acuerdos con gobiernos provinciales y evaluación de variables financieras.
En resumen, el futuro de Aerolíneas Argentinas se mantiene incierto, pendiente de decisiones políticas y financieras que determinarán su destino en los próximos meses.