Los africanos albergan la esperanza de que uno de los suyos se convierta en el primer papa negro de la historia moderna, continuando el legado de Francisco en su apoyo al mundo en desarrollo, a pesar de que las posibilidades son escasas. Según datos del Vaticano, la Iglesia Católica crece más rápidamente en África, un continente donde la religión influye en todos los aspectos de la vida pública y privada.
Católicos africanos que asistieron a los servicios en honor a Francisco tras su fallecimiento expresaron la necesidad de un pontífice negro. Charle Yapi, sacerdote en Costa de Marfil, mencionó que tener un papa africano avivaría la fe en el continente y cambiaría la percepción acerca de África. Aunque se han mencionado nombres de posibles candidatos africanos, los expertos en el Vaticano muestran escepticismo debido al escrutinio público al que no han sido sometidos, en comparación con los cardenales occidentales.
La elección de un papa africano se interpretaría como una continuación del compromiso de Francisco con los más necesitados. Sin embargo, un líder africano no necesariamente abrazaría las posturas progresistas de su predecesor, lo que podría generar cierta controversia entre los cardenales encargados de la elección. La posible designación de un papa africano sería visto como un justo reconocimiento al crecimiento de la Iglesia en África y podría motivar a los obispos del continente, según afirmó el arzobispo John Bonaventure Kwofie.
Cabe destacar que, más allá del origen geográfico, para algunos clérigos lo fundamental es que el próximo líder de la Iglesia sea un buen pastor que guíe hacia Dios. Las tensiones podrían surgir en torno a temas como el apoyo a la bendición de parejas del mismo sexo, una postura que ha generado controversia entre los fieles africanos conservadores. Así, la elección de un papa africano no solo marcaría un hito histórico, sino que también pondría a prueba la capacidad de adaptación y aceptación dentro de la Iglesia Católica en un mundo cada vez más diverso y complejo.