

Nadya Suleman, conocida mundialmente como “Octomom” por haber dado a luz a octillizos en 2009, celebró el pasado domingo 13 de julio su cumpleaños número 50 con un emotivo mensaje en Instagram, donde agradeció a sus 14 hijos por hacer de su día algo especial.
“No podía imaginar pasar mi cumpleaños en otro lugar que no fuera mi casa, rodeada de seres queridos. Gracias, chicos, por hacer este día tan especial; y a mis mayores (que como de costumbre no aparecen en la foto)”, escribió la estrella de realities, junto a una fotografía en la que aparece con sus ocho hijos menores.

Nadya Suleman, quien fue frecuentemente comparada con Angelina Jolie en sus años de mayor exposición mediática —coincidiendo ambas en cumplir 50 este verano—, alcanzó fama internacional en enero de 2009 tras dar a luz a los primeros octillizos sobrevivientes del mundo, concebidos mediante fertilización in vitro (FIV).
La mujer dio a luz a su primer hijo en 2001, seguido de una hija en 2002. Continuó con más ciclos de FIV que resultaron en otros cuatro hijos, incluyendo un par de gemelos. Finalmente, el nacimiento de los octillizos elevó el número total de sus hijos a 14.

Michael Kamrava, quien desde entonces perdió su licencia médica y se trasladó fuera de Estados Unidos, supuestamente le sugirió no continuar con todos los embriones, pero ella se negó.
Actualmente, Nadya Suleman cría sola a sus 14 hijos en una modesta casa de tres habitaciones en el condado de Orange, California. Aunque el espacio es reducido, la convivencia familiar es intensa pero también amorosa, según han compartido algunos de sus hijos en entrevistas.

En la misma charla con The Times, Nadya expresó que siempre ha querido mantener la honestidad con sus hijos. “Hablamos de todo”, dijo.
Incluso, su hija Amerah la describió como una madre luchadora. “Ha estado peleando por nuestra familia durante 10 años. Pase lo que pase, nunca se va a rendir y yo lo sé”, expresó.
Su hijo Joshua también compartió su perspectiva sobre crecer en una familia tan numerosa. “Algunos de mis amigos no tienen hermanos, así que quieren saber cómo es. Es bonito tener con quién jugar, aunque a veces puede ser abrumador”, comentó.

“Siento su tristeza. Durante los seis años de infertilidad (incluyendo abortos espontáneos) que viví hace casi 25 años, llegué a creer que Dios nunca me bendeciría con hijos”, señaló.