Autódromo de Buenos Aires: cómo se las ingenia para no parar con las obras de MotoGP, el intento por la F1 y otra mundial en puerta.

En Deportes
octubre 17, 2025

Se viene el plan para poner a punto el Autódromo de la Ciudad de Buenos Aires Oscar y Juan Gálvez con vistas a que en 2027 llegue el Mundial de Motociclismo de Velocidad, más conocido como MotoGP. El proyecto a futuro incluye una ampliación y mejoras por si se da que venga la Fórmula 1. Ya largaron la licitación para los arreglos de los boxes, que van a demandar una guita bárbara y forman parte de una inversión total que calculan en 100 millones de dólares. Infobae averiguó lo último de las obras y cuál es la movida para bancar el predio más grande de la Ciudad, con sus 189 hectáreas. Además, qué onda con los muros del Circuito 12 que los van a llevar al circuito callejero de al lado que se va a armar para el TC 2000 en marzo de 2026.

Tres fuentes le contaron a este medio que ese trazado urbano que se va a montar sobre las avenidas Roca y Escalada y que va a entrar en el predio del Parque de la Ciudad, por ahora va a ser solo para la carrera del Turismo Competición. Mantener los muros, el resto de las defensas y armar eventos todos los fines de semana sería un quilombo para los vecinos de la zona y para el tránsito ni te cuento. Además, el parque también se la va a bancar con una obra grosa el año que viene y esto va a impedir que se siga usando esa parte del predio para otras carreras de fierros.

Según indicaron, los paredones de cemento que saquen de la zona del lago después los van a traer de nuevo al Autódromo. Hay que tenerle ojo al traspaso de los muros porque algunos tienen unos zócalos que los aguantan. Una de las razones para que los muros vuelvan es que el Circuito 12 no lo tocan con las reformas. El año pasado le metieron mucha guita en gomas y como los otros circuitos no se van a usar más, sus defensas van a ir a parar al 12. Como no lo afectan los trabajos, la idea es que este trazado siga a full para que siga entrando guita durante un año en el que no va a haber carreras en el Autódromo.

El plan es seguir haciendo las pruebas del “Kilómetro”, que son los ensayos en las dos rectas largas de la zona del lago y que se hacen todos los días en varios turnos: en septiembre hubo 54 en un mes, una banda. Además, llevar las picadas a la recta que da a la Avenida 27 de Febrero y armar una entrada por ahí. Se podrían montar carpas provisorias para esos eventos o también para los que suelen hacer empresas como los road tests en los que se prueban autos de calle o los track day que son más para el chivo. Por eso la idea es que los muros regresen al Autódromo y que se puedan mantener sus puertas abiertas para estas prácticas u otras que se puedan desarrollar en esa parte del predio.

En tanto que el mes que viene el predio la va a romper con un evento internacional: la fecha del Mundial de Supercross, el próximo sábado 8 de noviembre. Lo van a hacer en un circuito que están armando en el espacio que está detrás de las tribunas (de la 1 hasta las plateas), en la Avenida Roca. Ya se ve una de las tribunas tubulares y están laburando para meterle tierra y lo que serán los boxes y el parque cerrado. La última vez que el Autódromo tuvo una fecha mundial fue el 31 de octubre de 1999 con la visita del Mundial de Motociclismo de Velocidad (500 cm3 y sus categorías de apoyo 250 cm3 y 125 cm3). Este será un evento que lo organiza el gobierno porteño. Aclaremos que la pista que está en la zona de la Avenida 27 de Febrero está concesionada.

Si bien el inicio de los trabajos de remodelación en el Oscar y Juan Gálvez iban a arrancar a principios de noviembre, se patearon para fin de año porque hasta el último fin de semana previo a Navidad (domingo 21/12) habrá carreras de categorías zonales, las cuales se van a tener que ir a correr a otro lado durante el año próximo. El secretario de Deportes de la Ciudad, Fabián Turnes, se juntó con los capos de esas categorías y les explicó la posta de las obras que van a llevar a cabo para los nuevos trazados que van a ser Grado 2 de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) y Clase A de la Federación Internacional de Motociclismo (FIM).

En tanto que el pasado 12 de septiembre se publicó en el boletín oficial número 7203 el llamado a licitación 01-0003-00/25 para las obras en los boxes denominadas “Infraestructura Edilicia, Paddock y Servicios”, con un presupuesto total de 31.535 millones de pesos, unos 21,7 millones de dólares, aproximadamente. La fecha para la presentación de las ofertas se cerró el 2 de octubre y este jueves abrieron los sobres con las empresas que se presentaron y luego se hará la evaluación pertinente en cuanto a la letra chica de cada una y cuánto presupuesto pasaron para efectuar las obras (gana el que pida menos guita). Estas tareas, que son las primeras, la idea es que sumen metros cuadrados en la zona de los boxes. Los garajes viejos del sector interno los tiran abajo y se van a enfocar en la edificación que se hizo en 1994 para recibir al año siguiente a la F1. Van a agrandar esos garajes a los que hoy les falta medio metro (tienen 15,5 metros) de largo para llegar al requerimiento de Grado 1. También agrandan la superficie techada de la primera planta que quedaría completamente cerrada y le van a meter un segundo piso. Más tarde van a haber otras dos licitaciones, una para las obras en la pista y otra de tecnología. Esas son las más importantes, junto con lo de los boxes.

Este medio también preguntó si va a haber alguna modificación en el diseño que hizo Tilke Engineers & Architects (Tilke, Ingenieros y Arquitectos) y la respuesta fue que no tocan nada, todo seguirá igual. Se trata de la empresa del ingeniero alemán Hermann Tilke, un capo en la F1 y que tiene a su hijo Carsten como mano derecha. Su proyecto en el Autódromo de Buenos Aires armó un quilombo por sacar curvas clásicas como la “S del Ciervo” lo que va a hacer que los autos de TC no lleguen a fondo al Curvón Salotto o los cambios en los mixtos de la zona opuesta que van a frenar la velocidad en la Bajada del Tobogán Juan María Traverso. Otra cosa que trajo bronca fue que no usen la zona del lago para una posible carrera de F1 y la respuesta fue que por seguridad, por las altas velocidades que agarran ahora los coches de la F1. A eso sumale que tiran abajo la tribuna 15 que ocupa la hinchada de Chevrolet.

En cuanto a la posible vuelta de la F1, la cosa está re complicada. Primero por un calendario que hoy tiene seis eventos en América (1/4 del total) y tendrían que sacar uno para poder tener un lugar. Todos aún tienen contratos a mediano y largo plazo: Miami (renovó hasta 2041), Canadá (2035), Brasil (2030), Austin (2026), Las Vegas (2027) y México (2028). La otra es que hay un montón de países que quieren una fecha y entre ellos está Tailandia, cuyo gabinete aprobó un presupuesto de 1.230 millones de dólares e Infobae se enteró que habrían tirado 100 millones por año cuando el canon anual oscila los 40 millones. El Estado del país asiático le está metiendo con todo y acá la guita -en principio- sería de privados. Si la F1 llega a volver sería a partir de 2028.

El Autódromo de Buenos Aires se inauguró el 9 de marzo de 1952. Desde el 18 de enero de 1953 y con interrupciones, fue sede de los 20 Grandes Premios de F1 de la República Argentina puntuables entre 1953/60 (salvo 1959), 1972/81 y 1995/98. También pasaron 10 veces por acá el Campeonato Mundial de Motociclismo de Velocidad (MotoGP y las categorías de abajo), que volvió al país en 2014, pero a Termas de Río Hondo, y ahora vuelve al Oscar y Juan Gálvez después de 28 años. Además, nueve ediciones de los 1.000 Kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, que era parte del Campeonato Mundial de Autos Sports hoy FIA WEC. En 1954/56/57/58/60 se usó un híbrido entre el Autódromo y la Avenida General con 9.476 metros. En 1955 llegó a extenderse a más de 17 kilómetros corriendo también por la Autopista Ricchieri. Luego, entre 1970 y 1972, se corrió con la extensión de las dos rectas del fondo, el Curvón Salotto y la Chicana de Ascari, y se usó el dibujo N° 14, que era el 15 (combinación del 9 con el 12) con la vieja última horquilla cerca del arco en el ingreso principal.

A principios de los años noventa el Autódromo se privatizó y durante la gestión de un tipazo como Martín Salaverry, el circuito la volvió a romper: el 13 de diciembre de 1992 regresó al primer mundo con una carrera de la Fórmula 3000, que era la previa a la F1. El evento fue sin un peso del Estado, como cuando volvió la F1 entre 1995 y 1998. El fallecimiento de Salaverry en 2004 dolió una banda y luego el escenario estuvo re bajón, hasta lo clausuraron y aún así se corrió una carrera del TC 2000 el 20 de julio de 2014.

Después de una ley que salió en la Legislatura Porteña en 2016 se armó un fideicomiso a 25 años donde una parte privada (que puso la guita para las obras en el predio) se quedó con el 49 por ciento de las acciones y el Estado con el 51 por ciento que quedaba. En 2017 lo quisieron poner lindo con obras que no se notaron mucho, pero eran importantes como el cambio de todo el cablerío eléctrico. En 2019 se hizo un re-arreglo de seguridad (muros y tejidos en el sector opuesto, cambiaron las gomas, las camas de leca y reforzaron el túnel) que fue la más importante desde 1994, cuando se remodeló para la vuelta de la F1 en 1995. En plena pandemia de COVID-19 el Autódromo la rompió para el automovilismo nacional ya que le dio cabida a todas las categorías porque fue de los pocos que pudo bancar las restricciones sanitarias. En 2023 le metieron asfalto nuevo a todos los circuitos, mejoraron los pianos y de nuevo, a laburar en la seguridad.

El Autódromo de la Ciudad de Buenos Aires Oscar y Juan Gálvez tiene carreras todos los fines y la idea es que siga con actividad como se pueda a pesar de las próximas obras. Todavía queda un montón para que sea el de sus mejores épocas y con lo que se viene, esperan que recupere el primer nivel internacional.

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