La llegada de Rulli era compleja y ahora la entidad de La Ribera deberá buscar otra alternativa si quiere contratar a un arquero que compita en el puesto con Agustín Rossi y Guillermo Sara.
Según supo NA de fuentes cercanas a la operación, el contrato del futbolista de la Real Sociedad era muy elevado y el responsable tributario es el propio club vasco ya que lo registró ante Hacienda.
De esta manera, si era cedido a préstamo a Boca como se negociaba, la institución argentina tenía que hacerse cargo de ese monto impositivo, que asciende a 1.100.000 euros.
Rulli se mostró abierto a jugar en el equipo dirigido por Guillermo Barros Schelotto e incluso aceptó cobrar menos de lo que percibe en España, pero finalmente continuará en la Real Sociedad.