Sin justificación alguna, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, volvió a defender el uso de la cloroquina y dijo que él es la "prueba viva" de que el medicamento es efectivo para vencer al virus.
Bolsonaro hizo estas declaraciones en un discurso en el marco de un viaje oficial a Belém, capital del estado de Pará, donde por primera vez, desde que el sábado pasado se superó la barrera de los 100.000 muertos por el covid-19, habló de las víctimas.
"Yo soy la prueba viva de que funciona [la cloroquina]. Muchos médicos defienden ese tratamiento. Sabemos que más de 100.000 personas murieron en Brasil y que, si hubiesen sido tratadas con ese medicamento, esas muertes podrían haber sido evitadas", afirmó.
Negacionista de la pandemia
Según G1, el discurso del mandatario fue interrumpido por una mujer que gritó: "Fuera, Bolsonaro". A lo que el presidente contestó: "Está bien. Tiene todo el derecho hablar".
El presidente, un negacionista de la pandemia, anunció el pasado 7 de julio que había contraído el virus y permaneció casi tres semanas en su residencia oficial, hasta que se comunicó que ya estaba recuperado. En todo momento, ha defendido el uso de la cloroquina a pesar de que no está demostrada científicamente su eficacia para batallar la pandemia.
Por otro lado, Bolsonaro volvió a hablar sobre las consecuencias que las restricciones de actividades tienen sobre la economía. "Desde el inicio he dicho que tenemos dos problemas. El virus y el desempleo y ambos deben de ser tratados con responsabilidad", comentó.
Y añadió: "Sabemos que la vida no tiene precio, pero el desempleo lleva a la depresión y también a la enfermedad y la muerte".
Con un total de 3.164.785 contagiados y 104.201 muertos, Brasil es el segundo país más afectado por la pandemia, solo por detrás de EE.UU.
