El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, logró luz verde para su reelección indefinida luego de una profunda reforma constitucional aprobada por el Congreso. Esta medida también prolongó el mandato presidencial de cinco a seis años. Desde su asunción en 2019 y su reelección en 2024 con un 85% de apoyo popular, Bukele ha concentrado un poder casi absoluto sobre las instituciones estatales, generando críticas de la oposición que lo señalan como una "dictadura".
En una rápida votación, los 57 diputados oficialistas de un total de 60 en la Asamblea Legislativa, decidieron permitir la reelección sin restricciones, extender el período presidencial, sincronizar los comicios e incluso eliminar la segunda vuelta electoral. Mientras se ratificaba la reforma constitucional en una sesión plenaria, la plaza principal de San Salvador estallaba en fuegos artificiales, celebrando el ajuste en las leyes.
Además de habilitar la reelección presidencial indefinida, la reforma recortó en dos años el actual mandato de Bukele, que ahora culminará en 2027 en unas elecciones generales anticipadas. El presidente, reconocido por su política de mano dura contra las pandillas que logró reducir drásticamente la violencia, ha sido objeto de críticas por detenciones masivas sin orden judicial. La reforma constitucional fue impulsada en medio de una ofensiva contra activistas y defensores de derechos humanos, que llevaron a muchos al exilio.
