La Cámara Argentina de Distribuidores y Autoservicios Mayoristas (Cadam) ha levantado su voz en oposición a los aumentos en las listas de precios que considera sin justificación. Cadam argumenta que la liberación del cepo no justifica estos incrementos, ya que no se trata de una devaluación, sino de una apertura positiva del mercado.
Según Cadam, el verdadero problema económico radica en los impuestos, especialmente los distorsivos como el Impuesto sobre los Ingresos Brutos y las tasas municipales, así como en los llamados "costos ocultos" que se trasladan a los precios finales. Para ejemplificar este concepto, la Cámara ha proporcionado un caso relacionado con la adquisición de productos en un supermercado local, detallando cómo varios aportes y contribuciones obligatorias y solidarias se suman al costo final para el consumidor.
Dentro de los "costos ocultos" mencionados por Cadam, se encuentran seis conceptos que desde la industria impactan directamente en los precios al consumidor:
1. Contribución Adicional Solidaria a la obra social por COVID-19: se cobra independientemente de si el empleado cuenta con esa obra social. 2. Aporte obligatorio al Instituto Argentino de Capacitación Profesional y Tecnológica para el Comercio (INACAP): debe realizarse mensualmente desde 2008. 3. Seguro obligatorio de retiro: el 2,5% de la remuneración del trabajador destinado a un beneficio de retiro. 4. Aporte al sindicato: descuento al empleado, afiliado o no, equivalente al 0.5% del salario. 5. Aporte obligatorio al Instituto de Promoción de la Carne Vacuna (IPCVA): establecido desde 2001. 6. Aporte a la COVIAR: destinado a la promoción del vino bajo sanciones en caso de incumplimiento.
Para Cadam, estos costos muestran la complejidad del sistema impositivo y de contribuciones en Argentina que inciden directamente en los precios, impactando tanto a los consumidores como a los comercios.