El actor, nominado al Oscar por Sing Sing, comparte en una entrevista con Time su visión sobre el éxito, la equidad en la industria y su compromiso con inspirar a otros
Por años, Colman Domingo fue una presencia constante en el teatro, el cine y la televisión, pero solo en los últimos cinco ha comenzado a recibir el reconocimiento que su talento merece.
A sus 55 años, el actor, director y productor celebra un momento de gran éxito profesional sin perder de vista su filosofía de vida: el “amor radical”.
“Todo lo que hago es sobre el amor radical. Se trata de vernos los unos a los otros”, afirma Domingo en una entrevista con Time.
“¿Qué hago como creador? Intento que la gente piense, tal vez que piense de manera diferente. Eso es todo lo que puedo hacer. Lo macro no lo puedo manejar, pero sí lo micro”.
Por su trabajo en 2024, el actor ha sido nominado al Oscar por su papel en Sing Sing, tras haber sido reconocido en 2023 por Rustin.
También protagoniza The Madness, una serie de Netflix, y se prepara para dar vida a Joe Jackson -el patriarca de la familia- en la biopic de Michael Jackson.
Además, planea dirigir y protagonizar una película sobre Nat King Cole, así como un drama sobre la relación entre Sammy Davis Jr. y Kim Novak.
A pesar del brillo de los reflectores, Domingo sigue siendo el hombre que alguna vez soñó con ser un actor de carácter en el teatro. “No tenía ninguna intención de esto en absoluto”, reconoce sobre su éxito reciente.
“Quería ser un actor respetado y encontré mi trabajo como actor de carácter principalmente en el teatro. Ahí es donde sentía que era más útil y donde mejor me servían”.
Pero Hollywood lo encontró, y él supo aprovechar el momento. “Sentí que los roles me estaban encontrando y yo los estaba encontrando a ellos”.
El estilo como lenguaje y legado
El arte de Domingo no se limita a la actuación. Su estilo en la alfombra roja lo ha convertido en un ícono de la moda, inspirado por figuras como Fred Astaire, Cary Grant y los Ohio Players.
No es casualidad que este año sea uno de los presidentes del Met Gala, cuyo tema es Superfine: Tailoring Black Style.
Para Domingo, el estilo es mucho más que ropa: es historia, identidad y resistencia. “Cualquiera que crea que el estilo es superficial, no me conoce”, señala.
“Cómo me visto, cómo me muevo, incluso cómo bebo de una taza de café, todo está conectado con quién soy”.
Su primera lección sobre moda la recibió de su madre cuando tenía seis años. Un día, para Pascua, eligió usar un blazer de rayas que no combinaba con su pantalón.
Su madre le hizo notar la falta de coordinación, pero él respondió: “¡Pero me hace sentir bien!”. En lugar de insistir, ella le dijo: “Usa lo que te haga sentir bien”. Esa frase lo ha acompañado desde entonces.
Una vida de generosidad
El éxito de Domingo no ha cambiado su esencia. Sigue siendo alguien que abre puertas a los demás, como demostró en Sing Sing, donde apoyó un modelo de equidad salarial para todos los involucrados en la película.
“Mi corazón se abrió”, dice sobre la propuesta. “No sé si funciona para todos los proyectos, pero creo que hay elementos que sí pueden aplicarse, especialmente en largometrajes de bajo presupuesto. Lo haces porque lo amas y quieres ser parte de ello”.
Su generosidad también se refleja en su vida personal. Durante una visita a The View, llevó a sus dos sobrinas —una de ellas, en realidad, una amiga de la familia a quien considera como tal— para que lo acompañaran en la sala verde y luego vieran el programa desde el público.
Para él, el éxito no solo se trata de escalar, sino de levantar a otros en el proceso.
“Estoy en un punto en el que puedo generar impacto”, reflexiona. “Así que pienso: ‘Oooh, ¿qué puedo hacer? ¿Qué puedo cambiar? ¿Qué puedo sacudir?’”.
La amistad con Bradley Cooper y el poder de conectar
Domingo ha forjado amistades en Hollywood con la misma naturalidad con la que se mueve en la vida. Uno de sus vínculos más recientes es con Bradley Cooper, a quien conoció en la temporada de premios de 2023. Cooper, nominado por Maestro, y Domingo, por Rustin, sintieron una conexión inmediata.
“Fui hacia él y tuvimos una conversación maravillosa. Era un ser humano luminoso”, recuerda Cooper. Desde entonces, han mantenido una amistad basada en el respeto y el apoyo mutuo.
Cuando Domingo mencionó su proyecto sobre Nat King Cole, Cooper ofreció ser un oído atento. “Es bonito hablar con alguien que ha recorrido o está recorriendo un camino similar”, dice Cooper. “Cada vez que me pregunta algo, me siento privilegiado de que quiera mi opinión”.
Una mirada al futuro con los pies en la historia
De reconocida militancia gay, Domingo es consciente de los desafíos que enfrenta en la industria del entretenimiento.
“El péndulo oscila”, dice. “Mis padres pasaron por mucho, mis abuelos pasaron por algo aún peor. Y aquí estoy donde estoy en mi vida hoy…”
Piensa unos segundos y dice: “Pero también como un orgulloso descendiente de esclavos que vivieron, amaron, lucharon y sacrificaron para que yo pudiera estar aquí“.
Y sigue: “Así que no puedo bajar la cabeza y estar triste o desesperado por nada. Tengo que arremangarme y seguir trabajando: luchar, amar, ser alegre de una manera muy revolucionaria”, sentencia.
En una industria que a menudo premia la individualidad por encima de la comunidad, Domingo se mantiene firme en su misión de usar su arte y su éxito para inspirar, apoyar y cambiar el mundo, una historia, una actuación y un gesto a la vez.
