El mal aliento, conocido como halitosis, es un problema que afecta a casi el 30% de la población mundial y puede tener un impacto significativo en la vida social y emocional. Múltiples casos tienen su origen en problemas bucales, como la acumulación de bacterias en la lengua y una higiene oral deficiente, afectando incluso a niños y generando inseguridades.
Según Nicola West, de la Federación Europea de Periodonotología, el mal aliento puede ser un indicador de problemas graves como la gingivitis o enfermedades periodontales. Las enfermedades periodontales pueden agravar la halitosis y comprometer la salud general de encías y dientes.
Las causas del mal aliento se relacionan con la descomposición de restos de comida en la boca, generando gases con compuestos de azufre y favorecidos por la humedad y temperatura bucales. Mantener una buena higiene bucal y tratar enfermedades periodontales son fundamentales para combatir la halitosis.
Para prevenir y tratar eficazmente el mal aliento, es clave adoptar hábitos como cepillarse los dientes al menos dos veces al día con un cepillo suave, limpiar la lengua, usar hilo dental diariamente, entre otros. Asimismo, es importante consultar con un profesional de la salud dental para identificar y tratar las causas específicas de la halitosis.
Los tratamientos dentales son eficaces, pero se necesita un cuidado constante para evitar la recurrencia del mal aliento. Mantener una buena salud bucal, adoptar hábitos diarios de higiene y acudir a revisiones periódicas con odontólogos son pasos esenciales para prevenir la halitosis y sus complicaciones.