La normativa, impulsada por el concejal Felipe Sastre con el acompañamiento de la organización Conciencia Animal, alcanza a perros, gatos, hámsteres y cobayos. Además de la cría, también se prohíbe su comercialización en veterinarias, comercios especializados (pet shops) y la difusión de anuncios que ofrezcan estos animales con fines lucrativos.
El Departamento de Veterinaria Municipal será la autoridad de aplicación y tendrá a su cargo las tareas de fiscalización. Las infracciones a esta ordenanza serán sancionadas con multas de entre 30 y 50 juristas, cuyos fondos se destinarán a campañas de concientización, adopción y promoción de la tenencia responsable.
Desde el Concejo se indicó que la medida apunta a desalentar la explotación de animales y a promover prácticas de adopción en el marco de políticas públicas orientadas al bienestar animal.
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