La guerra en Medio Oriente anotó uno de sus capítulos más oscuros con el ataque de Israel a un convoy de 15 paramédicos y rescatistas de organizaciones humanitarias en Gaza. Autoridades de la Media Luna Roja denunciaron el secuestro de uno de los médicos, desatando la expectativa de una investigación. El 23 de marzo de 2024, las Fuerzas de Defensa de Israel acribillaron a 15 personas en Rafah, incluyendo médicos de la Media Luna Roja Palestina, rescatistas de Defensa Civil y un miembro de la ONU.
Inicialmente, el ejército israelí justificó el ataque alegando movimientos sospechosos de las ambulancias. Sin embargo, la ONU, la FICR y otras organizaciones condenaron el hecho y exigieron una investigación. Pruebas presentadas contradijeron la versión israelí, confirmando la identificación de los vehículos como humanitarios. El ataque generó repudio internacional.
Medios como Al Jazeera, BBC y AP compartieron perfiles de los fallecidos, revelando historias conmovedoras. Entre los rescatistas destacaba Assaad Al-Nassasra, conocido por su dedicación a los niños, y Ashraf Abu Labda, un joven paramédico recién casado. La condena mundial creció, considerando el ataque como un crimen de guerra.
La FICR denunció el ataque, mientras la OCHA destacó la violación del derecho internacional y la protección a los trabajadores humanitarios en conflictos. En Gaza, el dolor era palpable en los funerales de las víctimas. El clamor por justicia fue claro y contundente, exigiendo respuestas y responsabilidad por el horrendo ataque a los rescatistas en Gaza.
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