Congelar el pan es una práctica que va más allá de la simple conservación de los alimentos. Según la nutricionista y divulgadora Beatriz González, esta acción tiene efectos positivos en la salud intestinal, específicamente en la microbiota. En un video publicado en su cuenta de TikTok, González explica cómo este proceso puede ser beneficioso para las bacterias intestinales y mejorar el bienestar digestivo. El almidón del pan, que compone más del 80% de la harina de trigo, juega un papel clave en este proceso.
Más allá de los beneficios para la microbiota, congelar el pan también puede contribuir a la reducción del desperdicio alimentario y a una mejor gestión de los alimentos en el hogar. La experta recomienda no solo congelar el pan, sino también optar por pan integral para potenciar los beneficios nutricionales.
El impacto positivo del pan congelado para la microbiota intestinal
El secreto detrás de los beneficios del pan congelado radica en un proceso llamado retrogradación del almidón. Al congelar el pan, el almidón experimenta un cambio en su estructura, transformándose en lo que se conoce como almidón resistente. Este tipo de almidón no puede ser completamente absorbido por el intestino, por lo que llega al colon intacto.
Las bacterias intestinales lo utilizan como fuente de alimento, lo que favorece la producción de butirato, un ácido graso de cadena corta con propiedades antiinflamatorias esenciales para la salud digestiva.
Este proceso contribuye a una microbiota intestinal más saludable, mejorando la digestión y la absorción de nutrientes. Además, el butirato tiene un efecto protector en el intestino, ayudando a reducir la inflamación y promoviendo un entorno favorable para las bacterias beneficiosas.
Otros beneficios de esta práctica
Además de los efectos positivos sobre la microbiota, congelar el pan también tiene otros beneficios, como la reducción del desperdicio alimentario. Al descongelar el pan según se va a consumir, se evita que se endurezca o se eche a perder antes de tiempo. Esta práctica es especialmente útil en hogares donde el consumo de pan no siempre es constante, lo que permite aprovecharlo por completo y evitar su desecho prematuro.
Por otro lado, González sugiere que elegir pan integral no solo mejora la salud digestiva, sino que también aporta una mayor cantidad de fibra, lo que potencia aún más los beneficios para el organismo. Combinar el pan integral con otros alimentos saludables, como aguacate, aceite de oliva y hummus, puede ser una excelente manera de maximizar sus propiedades y disfrutar de una alimentación equilibrada.