Por voluntad propia en el juego de la política o por decisiones vinculadas al mundo judicial, la figura de Cristina Kirchner ha ocupado un lugar central durante esta semana. Se mantiene presente y activa, mientras que su entorno también se encuentra en movimiento, procurando mantener viva la llama de su liderazgo.
El miércoles, la Cámara de Diputados aprobó en primera instancia el proyecto de Ficha Limpia, un paso que La Libertad Avanza (LLA) y el PRO interpretaron como un avance para neutralizar a CFK. En el kirchnerismo son conscientes de que, de aprobarse la ley, la ex presidenta sufriría un duro golpe en términos políticos y electorales.
La propuesta establece que un dirigente político condenado en segunda instancia no puede postularse como candidato. Este es precisamente el caso de la ex mandataria, quien tiene una condena pendiente en la causa Vialidad. En el Instituto Patria admiten que, de salir la ley, estarían sacando a Cristina de la contienda, evidenciando el temor del Gobierno a competir contra ella.
A pesar de que el caudal electoral de CFK sigue siendo relevante dentro del peronismo, su influencia ha disminuido con el paso del tiempo y la pérdida de apoyo a nivel nacional. Sin embargo, nadie en la oposición posee los votos que ella tiene, lo que le garantiza un poder que ningún otro líder político ostenta en ese ámbito.
La postura pública de La Cámpora frente a la aprobación en primera instancia del proyecto fue acompañada de un video de CFK musicalizado con la canción “Quieren bajarme” de Pablo Lescano. Este gesto combinó baile con un mensaje político, utilizando la cumbia como medio de expresión.
En esta ocasión, el cristinismo volvió a referirse a la posibilidad de proscripción de la ex presidenta, un término que no se utilizaba desde el año 2023. Esta vez, el gobernador bonaerense repitió el discurso, aunque existe una evidente lucha por el poder entre ambos. En el entorno de CFK, ya no confían en las acciones de Kicillof, considerándolas sobreactuadas y parte de una interna pasada.
Por otro lado, carteles con la imagen de la ex presidenta y la frase “Cristina es presente” han aparecido en las calles porteñas en los últimos días, llevando la firma de Primero la Patria, la agrupación que ella creó para ingresar al PJ Nacional. Esta iniciativa busca marcar el terreno frente a Kicillof, dejando en claro que, si bien él es considerado el futuro, Cristina sigue siendo una figura relevante en el presente.
La semana próxima, el Senado debatirá el proyecto de suspensión de las PASO de este año. De aprobarse la ley, el gobernador bonaerense solicitará a la Legislatura que adopte la misma medida a nivel provincial. Si el PRO y la LLA respaldaron la iniciativa a nivel nacional, resultaría extraño que no lo hicieran en Buenos Aires, dejando a la oposición local en una encrucijada entre apoyar a Kicillof o contradecir la postura nacional.
En conclusión, el futuro de Cristina Kirchner como líder del peronismo está en juego en las próximas semanas. La aprobación de la ley de Ficha Limpia en el Senado la dejaría fuera de competencia, impactando significativamente en sus acciones. A pesar de la campaña de proscripción en su contra, en su entorno creen que no cuentan con los votos suficientes para lograrlo, pero aún no pueden respirar tranquilos.
Además, Kicillof enfrentará una decisión crucial que definirá su relación con la ex presidenta y esclarecerá el panorama del peronismo. La posibilidad de lograr la unidad en medio de las disputas internas, o iniciar una guerra de sucesión con un objetivo claro: un cambio de ciclo político en el PJ.