
Minutos después de que la Corte Suprema confirmara la condena en la causa Vialidad, inhabilitándola de por vida para cargos públicos, Cristina Kirchner se pronunció desde la sede del PJ Nacional, arremetiendo contra la Justicia argentina. “Al cepo del salario del gobierno de Javier Milei, ahora el partido judicial le agrega el cepo al voto popular”, expresó la ex presidenta.
Kirchner insistió en desacreditar la decisión judicial, señalando que se trata de una medida impulsada por poderes superiores a los magistrados. Criticó el accionar de lo que llamó un triunvirato de la Corte Suprema, afirmando que responden a intereses económicos concentrados. Cuestionó la implicación del poder económico en la política y denunció una persecución política en su contra.
La ex mandataria se dirigió a sus seguidores desde un escenario improvisado en la vereda del edificio, mostrándose combativa frente a la condena. Desafió a sus detractores y defendió su gestión como presidenta, argumentando que los argentinos la apoyaban por sus políticas de distribución del ingreso. Criticó la libertad de aquellos que considera responsables de la situación judicial en la que se encuentra.
Kirchner vinculó su situación judicial con su posición ideológica y política, asegurando que ser presa representa un certificado de dignidad. Enfatizó su compromiso con el peronismo y llamó a la militancia y organización para enfrentar los desafíos políticos y sociales del país.
En un discurso enfático, la ex presidenta reafirmó su convicción en la lucha por los derechos del pueblo y la justicia social. Instó a la dirigencia política a priorizar la resolución de los problemas de la gente por sobre los conflictos internos, destacando la importancia de empatizar con las necesidades de la población.