La versión que tomó fuerza en los últimos días es que el ex "sindicalista preferido" de Mauricio Macri -que hace tiempo empezó a marcar distancia con la Rosada- la habría invitado a Cristina como única oradora del evento. Desde el entorno de la ex Presidenta evitaron confirmar su asistencia, aunque tampoco desmintieron el rumor.
Se sabe que a Cristina le gusta jugar al misterio y no anticipar sus movimientos políticos, por lo que desde las segundas líneas del kirchnerismo ya se entusiasman con su posible protagonismo el viernes 3 de agosto en el plenario que los los mecánicos llevarán a cabo en Cañuelas, donde gobierna Gustavo Arrieta. Un acto en el que rompería finalmente el silencio sugestivo que mantuvo en los últimos tiempos.
Pignanelli se muestra cada vez más alineado con el kirchnerismo y así lo dejó plasmado cuando fue a apoyar a José Luis Gioja tras ser desplazado del PJ Nacional. Además, como supo este medio, en la última cumbre del PJ Bonaerense en Hurlingham varios intendentes se quedaron sorprendidos por su encendido discurso de tono "cristinista".
Es que el sector automotriz había demostrado mucho entusiasmo en el inicio de la gestión de Cambiemos, cuando Macri prometía un importante crecimiento de la industria y la apertura de los mercados. Sin embargo, el proceso inflacionario los golpeó muy fuerte y la cúpula de Smata entró en un clima de malestar que se tradujo en un acercamiento a Unidad Ciudadana.
En ese sentido, un intendente del kirchnerismo bonaerense analizó la actitud de Pignanelli y también la de Hugo Moyano a la necesidad de acercarse al kirchnerismo porque "buscan confrontar con el Gobierno y en esa confrontación se encuentran con Cristina". Y lanzó: "El triunvirato tibio es al sindicalismo lo que los gobernadores al peronismo. No hay perspectiva de futuro ahí".
En paralelo, cerca de la ex Presidenta explicaron a LPO que su estrategia hoy tiene que ver con "restablecer vínculos perdidos" y suturar viejas diferencias, un proceso que arrancó con Hugo Moyano y ahora se profundiza con Smata, un gremio más vinculado al sindicalismo peronista tradicional, de los Gordos e Independientes, con los quienes Cristina busca tender puentes. Cristina busca volver sobre la base histórica del peronismo -los sindicatos-, al igual que Lula Da Silva en Brasil, que hizo base en el sindicato de metalúrgicos de ABC en San Pablo.
La estrategia de Cristina, que sumó a los intendentes peronistas bonaerenses y tiene a su núcleo duro del Conurbano, es retomar el diálogo con algunos sectores, entre los que faltan algunas piezas claves como los gobernadores y el apoyo de los sindicatos, que empezó a buscar.