Cuatro futbolistas argentinos, encabezados por Paulo Dybala, visitaron la basílica de San Pedro en el Vaticano para despedir al Papa Francisco, después de su fallecimiento que impactó a nivel mundial. Dybala lideró la delegación de la Roma, acompañado por su entrenador Claudio Ranieri y los capitanes del equipo.
Durante 15 minutos, los jugadores estuvieron junto al féretro del Papa argentino, ubicado a los pies del baldaquino de Bernini. Posteriormente, Valentín Castellanos se unió al grupo representando a la Lazio, junto al presidente, entrenador, director deportivo, capitán y otros miembros del equipo.
En declaraciones, Dybala expresó su tristeza por la pérdida de Francisco, destacando la pasión que el Papa tenía por el fútbol y su cercanía con los jugadores. En una conferencia de prensa de los Premios Laureus, el futbolista manifestó su pesar por el fallecimiento y envió condolencias a la comunidad vaticana y la familia del Sumo Pontífice.