Este martes, tras la reunión que mantuvo con el presidente del Colegio de Farmacéuticos, Emilio Irigoiti, Cañete manifestó su preocupación por la situación que se genera a partir de los aumentos en los precios de los medicamentos, que van del 60 al 100%, en algunos casos, y destacó: "Hemos soportado en estos tres últimos años el excesivo aumento de los precios de los medicamentos, a lo que hay que sumar la cobertura por aplicación de las leyes especiales y la judicialización a través de amparos".
Además, Cañete explicó que “la premisa de Iosper es cumplir con los compromisos, como corresponde”, pero aclaró que “los aportes que recibe el organismo no se condicen con el aumento en los precios de los medicamentos, y eso hace que debamos reprogramar pagos para llegar a todos los prestadores. La situación nos lleva a la necesidad de reprogramar para poder cumplir”.
Situación financiera
Sobre la situación financiera de Iosper, el titular del Directorio Obreo manifestó que “en 2014, con un dólar a 8,80 pesos, cerramos el año con un déficit de 5,92% del gasto prestacional que eran 69 millones de pesos; en 2017, con el dólar a 22 pesos cerramos con 3,84% de déficit que representó 92 millones de pesos, pero en 2018, con un dólar a 40 pesos, vamos a cerrar con un déficit de 1,89 por ciento que rondará entre 65 y 70 millones de pesos”.
Sin embargo aclaró que “aunque en lo económico estamos muy bien, el problema que tenemos es financiero, ya que nos faltan 70 millones de pesos y por eso se demora el pago a algunos prestadores, como kinesiólogos y odontólogos, así como los reintegros, que estuvieron parados durante una semana y media”.
“Los 70 millones de pesos que nos faltan nos obligan a aplicar políticas para revertir la situación. Económicamente estamos bien, cerraremos bien el año, pero financieramente nos faltan recursos, por eso la demora”, sostuvo.
Qué dice el Colegio
Tras el encuentro con Cañete, Irigoiti manifestó la preocupación de la entidad que lidera debido a que “los ingresos que recibe la obra social aumentaron en el año el 22%, lo que no se condice con el incremento del valor de los medicamentos, que están en alrededor del 60 por ciento. Lo que ocurre es que las farmacias tienen plazos de pago con las droguerías, que oscilan entre cinco y 15 días, pero ahora estamos muy por encima de ese plazo, entre 35 y 50 días”.
Irigoiti admitió que “en vez de mejorar, la situación tiende a complicarse. Nos fuimos preocupados porque tememos que se resienta la atención, ya que las farmacias sustentan con fondos propios lo que compraron y les debe la obra social. Eso hace que no haya reposición de medicamentos”.
El farmacéutico admitió que a las farmacias “no les da más la espalda” para afrontar la situación, aunque aclaró que la relación con el titular de Iosper “es muy buena y sabemos que está haciendo todo lo que puede para solucionar el problema; lo que ocurre es que se escapa de las manos porque los números complican a las farmacias”.
Sin embargo aclaró que “nadie quiere suspender la prestación, pero pedimos que se entienda que a las farmacias no le da más la espalda”.
El directivo