Desempleo en el año 2024: Más de 436.000 personas afectadas por la falta de empleo.

Según los datos objetivos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), la tasa de desempleo ha aumentado considerablemente, pasando del 5,7% al 7,6% de la Población Económicamente Activa (PEA) entre el último trimestre de 2023 y el segundo trimestre actual. Este incremento se traduce en que 436.000 personas han caído en la situación de desempleo en ese periodo, y si lo comparamos con el tercer trimestre de 2023, la cifra se eleva a 450.000 personas desempleadas. Estos datos ponen de manifiesto el impacto negativo que han tenido las medidas de ajuste en gran parte de la población, ya que la cantidad total de desempleados ascendió a 1.733.000 trabajadores para el segundo trimestre de 2024.

El aumento del desempleo no solo se debe a quienes han perdido sus puestos de trabajo, sino también a quienes se han visto obligados a buscar empleo debido a la disminución de los ingresos de sus familiares, sin éxito, lo que ha causado un aumento en la Población Económicamente Activa en comparación con la población en general. Esto se refleja en que la tasa de desempleo ha alcanzado un alarmante 48,5% en el segundo trimestre de 2024, uno de los niveles más altos de los últimos años. Sin embargo, de acuerdo con el FIDE, de las 222.000 personas que se han incorporado al mercado laboral en la primera mitad del año respecto al año anterior, únicamente 56.000 han logrado encontrar empleo, mayormente a través del trabajo autónomo.

Este aumento del desempleo está estrechamente ligado a las políticas económicas implementadas, que han provocado una fuerte disminución de los salarios. Según el FIDE, medidas como la devaluación, la reducción de subsidios y el incremento de tarifas han resultado en una caída del 19% interanual del salario real en el primer semestre de 2024, afectando de manera más significativa a los siete millones de trabajadores no registrados, quienes han experimentado una disminución del 37% en su poder adquisitivo.

Aunque la recuperación del salario y del consumo son fundamentales para impulsar la actividad económica, el FIDE sostiene que, dada la alta tasa de desempleo y la capacidad sin utilizar, el gasto público continúa siendo restrictivo, situación que se verá agravada por la regla fiscal establecida para el presupuesto de 2025. Esta regla establece que en caso de una disminución en la recaudación, el gasto público se reducirá en la misma proporción, lo que indica que el panorama actual está lejos de mejorar.

Si bien el incremento del desempleo podría atribuirse en su totalidad al gobierno actual, es importante destacar que la caída de los salarios es un fenómeno que ha afectado a los últimos tres gobiernos. Según un informe del Observatorio Económico de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCUYO), los salarios han experimentado una pérdida considerable desde 2017, con una disminución del 29,7% en septiembre de 2024, que alcanza el 48,1% en el sector privado no registrado, el 20,3% en el sector privado registrado y el 33,7% en el sector público.

Estas pérdidas salariales se vuelven aún más significativas cuando se expresan en dólares, utilizando el tipo de cambio contado con liquidación (CCL). Según el mismo observatorio, el salario promedio ha sufrido una disminución del 36%, con el salario del sector privado registrado cayendo un 27,5%, el del sector público un 39,6% y el del sector privado no registrado un 52,8%.

Así, la pérdida del poder adquisitivo de los argentinos, tanto en términos locales como en dólares, se ha sumado en 2024 al problema del desempleo, creando un escenario poco alentador para la economía real, que parece estar lejos de ver mejoras en el ámbito macroeconómico.