En las últimas horas se generó tensión entre los gobiernos argentino y chileno debido a las declaraciones del ministro de Economía, Luis Caputo, quien calificó al presidente chileno, Gabriel Boric, como un "comunista" que "los está por hundir", al opinar sobre la orientación económica que ha tomado Chile en los últimos años.
Caputo hizo estas afirmaciones durante una entrevista en Radio Mitre el martes pasado, destacando la importancia de la batalla cultural y señalando que Chile, a pesar de haber sacado a mucha gente de la pobreza entre los años 80 y 2010, descuidó este aspecto y actualmente es gobernado por un comunista que, según él, los llevará al fracaso.
El Gobierno chileno respondió diplomáticamente enviando una nota de protesta a la representación argentina en Santiago, calificando las declaraciones de Caputo como "inexactas e inapropiadas".
En medio de esta controversia, el canciller chileno, Alberto Van Klaveren, rechazó las palabras de Caputo, afirmando que son inaceptables para Chile y contienen afirmaciones falsas. Además, destacó los esfuerzos de Chile en la lucha contra la pobreza y mencionó que el país vecino podría aprender de ellos en esta materia.
Por otro lado, Agustín Laje, director de la Fundación Faro, defendió las declaraciones de Caputo al argumentar que Boric debe ser considerado comunista debido a sus raíces ideológicas ligadas al socialismo latinoamericanista y a figuras como Antonio Gramsci.
Caputo, por su parte, respaldó su postura compartiendo las palabras de Laje y señalando que el presidente de Chile se autodefine como izquierdista. Asimismo, manifestó su pesar por la dirección que está tomando Chile, un país que solía ser un referente en Sudamérica.
En definitiva, las tensiones entre Argentina y Chile se han intensificado debido a las opiniones vertidas por el ministro Caputo, que han generado un intercambio de declaraciones entre ambos gobiernos y sus representantes.