El arresto de Mahmoud Khalil, reconocido líder de las manifestaciones propalestinas en la Universidad de Columbia, ha desatado una ola de indignación en la comunidad universitaria, organizaciones de derechos humanos y legisladores de Estados Unidos. Khalil, refugiado palestino criado en Siria, fue detenido por agentes de inmigración de EE.UU., quienes le revocaron su visado de estudiante. Donald Trump, ex presidente de EE.UU., hizo eco del arresto de Khalil advirtiendo que este sería solo el primero de una serie de detenciones.
El Departamento de Seguridad Interior acusa a Khalil de actividades vinculadas a Hamas, organización catalogada como terrorista por los Estados Unidos. Trump, a través de su plataforma Truth Social, amenazó con futuras detenciones de estudiantes que hayan participado en actividades consideradas proterroristas. La defensa de Khalil argumenta que su arresto fue ilegal y representa un intento de reprimir la libertad de expresión.
La ACLU, organización de derechos humanos, calificó la detención de Khalil como "sin precedentes, ilegal y antiestadounidense". Manifestantes se han congregado en Manhattan para exigir la liberación de Khalil, denunciando el potencial precedente peligroso que su detención podría sentar para la seguridad de inmigrantes y alumnos internacionales en campus estadounidenses.
Trump ha dirigido su atención a la Universidad de Columbia y otros campus que se unieron a las protestas en demanda del cese de la guerra en Gaza. La administración Trump anunció la reducción de subvenciones a Columbia y acusó a la institución de inacción ante supuestos actos antisemitas.
El caso de Khalil ha generado temor entre los estudiantes, que mencionan sentirse inseguros al asistir a clases en el campus. Profesores de Columbia, condenando la detención de Khalil, han expresado su preocupación por el impacto que este arresto tiene en la libertad académica y los derechos humanos.
Legisladores demócratas han pedido la liberación inmediata de Khalil, argumentando que se trata de un preso político detenido de manera injusta y que merece estar en casa junto a su esposa embarazada. Diversas figuras públicas, incluida la Fiscal General de Nueva York, han manifestado su preocupación por el caso de Khalil y han pedido su liberación.
El caso de Mahmoud Khalil ha trascendido el ámbito estudiantil para convertirse en un símbolo de la lucha por la libertad de expresión y los derechos humanos en EE.UU., generando una importante movilización tanto a nivel nacional como internacional en solidaridad con el estudiante propalestino detenido.