Las autoridades turcas realizaron arrestos en la madrugada de este lunes a decenas de dirigentes políticos, militantes y periodistas, tras las protestas masivas por la detención del alcalde de Estambul y candidato presidencial del Partido Republicano del Pueblo (CHP), Ekrem Imamoglu, quien fue enviado a prisión preventiva por acusaciones de corrupción.
Entre los detenidos se encuentra Ahmet Dincel, líder del Partido Comunista de Turquía (TKP) en Estambul, denunciado por la formación en la red social X, junto con cuatro militantes más, todos arrestados en sus domicilios después de participar en las manifestaciones en los últimos días en Saraçhane, frente al edificio del ayuntamiento. El TKP exigió la liberación inmediata de sus líderes y miembros, calificando las detenciones de ilegales.
El partido SOL, de orientación socialista, también denunció la detención de varios de sus miembros, incluidos Deniz Demirdögen, miembro de la junta directiva nacional, y Baris Ince, dirigente del partido en Esmirna, donde las autoridades habían prohibido cualquier concentración. El número exacto de militantes arrestados en Estambul y otras regiones no fue especificado.
La Asociación de Estudios de Medios y Derecho informó sobre la detención del fotoperiodista Murat Kocabas y de otros ocho reporteros, en una operación policial por presunta violación de la legislación sobre reuniones y manifestaciones. No se aclaró si los periodistas fueron detenidos mientras cubrían las protestas. Estas detenciones se dan en un contexto de fuerte tensión política tras la encarcelación de Imamoglu, líder opositor al presidente Recep Tayyip Erdogan, bajo cargos de corrupción y colaboración con el terrorismo, acusaciones que sus seguidores consideran fabricadas para apartarlo de la carrera presidencial.
En respuesta, el CHP anunció movilizaciones diarias hasta la liberación de Imamoglu, con concentraciones masivas en Estambul y otras ciudades de Turquía. A pesar de las prohibiciones de reuniones públicas impuestas por las autoridades, las protestas han aumentado en número, con una participación que superó los 50,000 manifestantes el sábado y probablemente los 100,000 el domingo.
La policía reprimió a los manifestantes en la capital con gases lacrimógenos, y luego de días de poca cobertura mediática, los canales de televisión turcos comenzaron a transmitir las protestas, tras el llamado al boicot de los medios por parte del líder del CHP. En su discurso, instó a los votantes del partido gobernante AKP y su socio MHP a unirse a las movilizaciones, denunciando el impacto económico de la detención de Imamoglu en la Bolsa de Estambul y la lira. El Banco Central convocó a directivos bancarios para abordar la crisis financiera, comprometiéndose a usar sus herramientas de forma eficiente.
El Consejo de Mercados del Capital anunció nuevas medidas para frenar la especulación y evitar más desplomes bursátiles. La situación política en Turquía continúa siendo tensa mientras la oposición exige la liberación de Imamoglu y cuestiona el uso de la justicia para afectar su proyección nacional.