Dos entrenadores de tenis demandan a un complejo deportivo por la pérdida de visión que les provocó la mala iluminación: “Mi vista se deterioró en estas canchas”.

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junio 27, 2025

Amani Jumatano, conocido en su época de jugador como la “pantera negra” cuando rondaba el puesto 380 del ranking mundial en 1982, atraviesa ahora una etapa muy distinta. A sus 73 años, con dos operaciones de ojos a sus espaldas y dificultades para enfocar a quien le habla, este histórico entrenador del complejo deportivo Pereire, en París, atribuye su deterioro visual a “la iluminación en las pistas”, lamentándose con resignación, según informan desde el medio francés Le Parisien.

La decisión de llevar el caso ante los tribunales recayó sobre el Comité de Paris Tennis, encargado de la gestión del centro. El motivo de la denuncia es claro para Jumatano: “Presento la reclamación porque mi vista se ha deteriorado por entrenar en estas pistas mal iluminadas, ya no puedo entrenar por la tarde. Esto provoca pérdida de salario, pero lo que quiero es que la gente pueda jugar de noche otra vez”. A sus 17 años, cuando empezó a jugar al tenis en Burundi, nada le hacía pensar que acabaría huyendo de la guerra para instalarse en Francia y formar parte del Racing Club en la década de 1970.

Tras ejercer como entrenador de Ronald Agénor, quien llegó hasta cuartos de final de Roland-Garros en 1989 bajo su tutela, Jumatano se dedicó a la enseñanza, sobre todo para niños y jugadores recreativos. Desde hace diez años, su día a día transcurre en las pistas de Pereire, donde la iluminación ha sido una constante fuente de problemas.

Dos entrenadores de tenis denuncian

“La realidad es que durante todo el invierno jugamos con un lado en penumbra, y en el otro lado la luz te deslumbra”, describe, comparando la experiencia a observar una “eclipse solar” cada vez que debe cambiar del revés en la sombra al golpe de derecha bajo la intensa luz. La fuente de luz, instalada sobre una lona y solo en un lateral de la pista, ofrece una iluminación parcial que, según relatan los entrenadores, resulta inadecuada y hasta peligrosa.

Jumatano ha presentado denuncia por malversación de fondos públicos y estafa, argumentando que el Comité de Paris Tennis no ha mejorado la iluminación pese a haber recibido una subvención destinada expresamente para esos trabajos hace ya seis años. Aunque se aplicó una rebaja en los alquileres con el compromiso de realizar esas obras, el Comité solicitó ayuda al Ayuntamiento de París en 2018 para acometer la renovación de las pistas y del criticado sistema de iluminación. El presupuesto ascendía a 230.000 euros, de los cuales la ciudad aportó 50.000 en forma de ayuda. Las pistas sí fueron renovadas, pero el alumbrado sigue siendo deficiente.

Otros profesionales coinciden en el diagnóstico. “La mayoría de nuestros socios se niegan a venir más tarde de las 17 horas en invierno, no ven nada”, reconoce otro de los entrenadores afectados. La denuncia presentada por el veterano doble campeón de África animó a otro técnico, Anatole, de 56 años, a tomar la misma iniciativa. Anatole explica: “Muchos temen perder el trabajo si protestan o tener problemas después con el Comité, pero uno de mis ojos ha empeorado demasiado. No es cataratas, tengo verdaderos problemas por pasar veinte horas a la semana en estas pistas”, expresa.

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