Este domingo, Ecuador celebró un referéndum que puso a prueba varias propuestas impulsadas por el presidente Daniel Noboa, entre ellas el regreso de bases militares extranjeras, prohibidas desde 2008, y la elaboración de una nueva Constitución. Los resultados representaron un duro revés para Noboa, ya que la mayoría de los votantes rechazó todas las medidas planteadas.
Con el 81% de los votos escrutados, el “no” se impuso de manera sorpresiva, contrariando las encuestas previas que anticipaban un amplio apoyo a las iniciativas del mandatario. Noboa, de 37 años, canceló una conferencia de prensa prevista en Olón, su bastión en la costa pacífica, y en su lugar publicó un breve mensaje en la red social X: “Respetamos la voluntad del pueblo ecuatoriano. Nuestro compromiso no cambia”.
Además del regreso de las bases militares y la redacción de una nueva Constitución, el referéndum incluía preguntas sobre la eliminación del financiamiento estatal a los partidos políticos y la reducción del número de congresistas de 151 a 73. Ninguna de estas propuestas fue aprobada por la mayoría de los electores.
Casi 14 millones de ciudadanos estaban convocados a votar de manera obligatoria en un contexto marcado por la preocupación por la violencia creciente y la tensión generada por los bombardeos realizados por Estados Unidos a embarcaciones que supuestamente traficaban drogas en el Caribe y el Pacífico. Estas operaciones han provocado críticas de países como México, Brasil, Colombia y Venezuela, mientras que Noboa las defiende como parte de la lucha contra el narcotráfico que afecta especialmente a sus puertos.
El presidente ecuatoriano había convocado el referéndum después de que la justicia frenara varias de sus iniciativas por considerarlas contrarias a derechos fundamentales, como la castración química para violadores o la vigilancia sin orden judicial. En las calles de Quito, decenas de personas celebraron los resultados con silbidos y gritos de “fuera Noboa, fuera”.
Los resultados oficiales indican que el 61% de los votantes rechazó el regreso de las bases militares extranjeras; el 62% dijo no a la redacción de una nueva Constitución por parte de una Asamblea Constituyente; el 58% se opuso a terminar con el financiamiento estatal a los partidos políticos; y el 53% rechazó la reducción del número de congresistas.
En cuanto a la propuesta de una nueva Constitución, Noboa argumentaba que la actual Carta Magna es demasiado “garantista” con los criminales y buscaba modificarla para endurecer las políticas de seguridad. Sin embargo, no especificó qué cambios realizaría, lo que generó sospechas sobre una posible concentración de poder y limitación de derechos. Organismos de derechos humanos han denunciado abusos por parte de las fuerzas de seguridad durante su gestión.
El presidente ha promovido una imagen de mano dura contra el crimen, difundiendo recientemente imágenes de cientos de presos uniformados y con la cabeza rapada, en un traslado a una nueva megacárcel, una escena que recuerda al estilo del presidente salvadoreño Nayib Bukele. Noboa, nacido en Estados Unidos, apuesta por la cooperación internacional para combatir el narcotráfico y se ha convertido en uno de los principales aliados de Washington en la región.
Desde su llegada al poder, ha fortalecido los vínculos con Estados Unidos mediante acuerdos migratorios, comerciales y de seguridad. Estados Unidos evalúa reabrir la base militar de Manta, que operó vuelos antidrogas entre 1999 y 2009. Mientras tanto, Noboa defiende las operaciones militares estadounidenses en la región como parte de la estrategia para frenar el tráfico de cocaína que sale principalmente de puertos ecuatorianos.
Estos resultados electorales representan un golpe significativo para el presidente Noboa y sus políticas, en un momento en que Ecuador enfrenta desafíos importantes en materia de seguridad y gobernabilidad.
