El gobierno de Estados Unidos se mostró frustrado por la falta de avances concretos en las negociaciones que lidera con el fin de lograr un acuerdo de paz entre Rusia y Ucrania, y advirtió que abandonará rápidamente la iniciativa si no ve progresos.
Si bien las autoridades estadounidenses evitaron culpar a alguna de las partes, las dilaciones parecen provenir principalmente del presidente ruso, Vladimir Putin, quien insiste en sus exigencias de retener las provincias del este ucraniano, ocupadas por su ejército, y la península de Crimea anexada en 2014. Por su parte, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, se mantiene firme en no ceder territorios invadidos por los rusos, postura que no agrada a Trump, quien sugirió que Zelenski debería flexibilizar su posición.
El secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, mencionó la posibilidad de que Washington abandone los esfuerzos de paz en Ucrania si las conversaciones siguen estancadas, tras una serie de reuniones en París entre funcionarios estadounidenses, europeos y ucranianos. Rubio declaró que es necesario determinar en los próximos días la viabilidad de un alto el fuego, y de no ser posible, se deberá buscar otras alternativas, ya que Estados Unidos tiene otras prioridades.
El presidente Trump confirmó la posición de su país al expresar que se retirarán de las negociaciones si no se logran avances en un plazo cercano. A pesar de no querer culpar ni a Putin ni a Zelenski, Trump insistió en que ambas partes deben avanzar para evitar que Estados Unidos deje las negociaciones. También recordó que anteriormente había sugerido que podría poner fin a la guerra en Ucrania en 24 horas, pero luego rectificó indicando que solo estaba siendo sarcástico.
El gobierno estadounidense estaría dispuesto, según la agencia Bloomberg, a reconocer la soberanía de Rusia sobre Crimea y levantar las sanciones económicas contra el país, con tal de obtener el visto bueno de Putin. Esto se suma a las negociaciones directas entre Trump y Putin, iniciadas poco después de asumir el cargo, y a la creación de una "coalición de voluntarios" por parte de Francia y Reino Unido para trabajar en un acuerdo de paz para Ucrania.
En un esfuerzo paralelo, Europa también ha buscado mediar en el conflicto, con el presidente francés Emmanuel Macron desempeñando un papel destacado. En un encuentro en París, representantes de EE.UU., Ucrania, Francia, Reino Unido y Alemania intentaron reactivar el diálogo para un alto el fuego, resaltando el compromiso europeo por proteger a Ucrania en el conflicto y futuras negociaciones de paz, a pesar de las diferencias con la postura de Trump.