Una sesión escandalosa de la Cámara de Diputados de la Nación frustró este jueves, por ahora, la creación de la Universidad Nacional "Juan L. Ortiz" sobre la base de la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (UADER).
La encarnizada disputa que vienen manteniendo el Frente de Todos y Juntos por el Cambio por el Consejo de la Magistratura fue el telón de fondo al bochorno que terminó boicoteando la Nacionalización.
La Nacionalización de Humanidades había logrado ingresar en el temario de la sesión especial de este jueves, luego de haber conseguido un dictamen favorable de mayoría de las comisiones de Educación y Presupuesto de la Cámara Baja. La "Juan L. Ortiz" se votaría dentro de un ramillete de universidades nacionales cuya creación se votaría este jueves, según los planes del oficialismo.
La sesión de creación de universidades estaba convocada para las 13., después de la sesión preparatoria para elegir las autoridades de la Cámara, citada para las 11. Sin embargo, la pelea entre oficialismo y oposición empantanó la jornada parlamentaria completa. Finalmente, a una hora y media de comenzada la sesión que votaría la Nacionalización de Humanidades, Juntos por el Cambio logró dejarla sin quórum y voltearla.
La creación de la nueva universidad entrerriana quedó en suspenso, hasta que la Cámara vuelva a sesionar, lo cual dependerá de un armisticio entre oficialismo y oposición luego de las escenas dantescas de este jueves. Diputados tendría en agenda otros plenarios antes de fin de año, por lo que la Nacionalización podría llegar a votarse previo a las Fiestas.
La pelea por el Consejo de la Magistratura
El motivo del boicot que le hizo JxC al Frente de Todos este jueves es la lucha entre ambos interbloques por la representación de la Cámara de Diputados en el Consejo de la Magistratura, el organismo nacional encargado de designar, evaluar y remover jueces federales.
Los últimos movimientos en la intrincada trama de la puja son los siguientes. Un juez contencioso administrativo federal, Martín Cormick, anuló la designación de la diputada radical Roxana Reyes como una de las cuatro representantes de la Cámara Baja en el Consejo. Se basó en el criterio que utilizó la Corte Suprema para tumbar la maniobra de Cristina Fernández de Kirchner en el Senado, donde el oficialismo había dividido su interbloque en dos bloques, para ganar una silla más en el organismo contralor judicial, dejar afuera a Luis Juez por el PRO y dejarle uno solo a la oposición por la Cámara Alta.
Reyes asumiria junto con los diputados Rodolfo Tailhade y Vanesa Siley (ambos por el bloque Frente de Todos) y Álvaro González, por el PRO. Pero el juez entendió que la UCR y el PRO comparten el interbloque de Juntos por el Cambio y no les corresponden dos representantes, sino uno. Y que el restante consejero debería quedar para la siguiente minoría de la Cámara.
La presidenta de Diputados, Cecilia Moreau, apeló el fallo del juez, en nombre de la Cámara, y denunció que se trata de una invasión del Poder Judicial en las atribuciones del Legislativo de elegir sus propios representantes. Pero la diputada massista, en vez de ratificar las designaciones vigentes, las suspendi&oac






