El Plan propone la creación del Consejo Federal Argentina sin Hambre, integrado por universidades, sindicatos, cámaras empresariales, iglesias y organizaciones sociales. Además, pone a consideración una serie de medidas para garantizar el acceso a la canasta básica de alimentos. Un tercer área de acciones está referidos a los canales de comercialización y economía social. Por otra parte, propone la formulación de un Programa Nacional de Seguridad Alimentaria y la creación de un Sistema Federal de Financiamiento, financiado "por un Fondo Federal de Alimentación y Nutrición sobre la base de un porcentaje del presupuesto nacional".
Entre las acciones urgentes que propondrá el FdT para consensuar con otras fuerzas, se mencionan: acceso a la canasta básica de alimentos; regulación de productos de la canasta; control sanitario y nutricional; refuerzo alimentario escolar y comunitario; canasta básica saludable y devolución del IVA en la compra de alimentos. A su vez, como mecanismos de impulso a la oferta de alimentos, se puntualizan: apoyo a la producción popular y local; incentivos a la producción; políticas locales articuladas con municipios y provincias; nueva relación con cadenas comerciales a través de góndolas sociales; y la contitución de un banco de alimentos.