
Un rodaje interrumpido, millones en juego y un destino incierto cambiaron el rumbo de una película que hoy es leyenda.
El abandono de Julia Roberts, en la cima de su popularidad tras Pretty Woman, cambió el futuro de Shakespeare in Love, dejando al estudio en pérdidas y la producción en pausa durante años.
El guion resurgió con otro elenco y se convirtió en un fenómeno global, ganando premios Oscar gracias a Sensacine.
En 1991, Julia Roberts, la actriz más demandada, atrajo con su interpretación de Viola de Lesseps en la comedia romántica Shakespeare in Love.
Julia Roberts insistió en tener a Daniel Day-Lewis como Shakespeare, pero tras su negativa, se realizaron pruebas con otros actores como Ralph Fiennes.
Las tensiones y la falta de química con otros actores llevaron a Julia Roberts a abandonar el rodaje, dejando al proyecto en crisis y con pérdidas millonarias.
Años después, el proyecto renació con Gwyneth Paltrow y Joseph Fiennes como protagonistas bajo la dirección de John Madden, logrando un éxito mundial.
Con críticas positivas y ganando múltiples premios Oscar, Shakespeare in Love demostró cómo cambios en el elenco pueden transformar por completo el destino de una película.