El miedo de los jóvenes hacia su futuro laboral: más de un 80% cree que serán sustituidos por un robot

La inteligencia artificial (IA) está revolucionando rápidamente el ámbito laboral, presentando un desafío importante para los jóvenes que buscan ingresar a un mercado de trabajo en constante transformación. Esta tecnología, que promete automatizar tareas, optimizar procesos y aumentar la productividad, también genera incertidumbre en cuanto al futuro de millones de empleos.

A medida que la IA se incorpora en sectores como la manufactura, la educación y los servicios administrativos, surge una creciente preocupación acerca de qué roles laborales serán sustituidos y cuáles deberán adaptarse para coexistir con estas herramientas tecnológicas.

En un contexto donde el 80% de los universitarios utilizan la IA en sus estudios o rutinas diarias, pero también tienen la creencia de que varios perfiles profesionales podrían ser remplazados por robots, las instituciones educativas se enfrentan a la presión de ajustar sus planes de estudio para preparar a los profesionales del futuro.

Un estudio reciente realizado entre 2.800 estudiantes de educación superior de España, Francia, Italia y Colombia reveló que el 82% de los jóvenes colombianos cree que la IA sustituirá a ciertos perfiles profesionales en el futuro. Este grupo identifica a los profesionales de la educación y los técnicos administrativos como los más vulnerables.

Por otro lado, los estudiantes españoles muestran opiniones divididas: el 41% expresa preocupación por la pérdida de empleos en áreas susceptibles a la automatización, mientras que el resto está indeciso o ve en la IA una oportunidad para la evolución laboral.

En Italia y Francia, el sector manufacturero es considerado el más expuesto a los cambios que traerá la inteligencia artificial, con un 30% y un 26% de los encuestados respectivamente señalándolo como el más vulnerable. Los franceses, además, son los más cautelosos en cuanto a la privacidad de los datos manejados por la IA, un aspecto que consideran crítico al analizar su impacto en la sociedad.

Según varios expertos, la formación académica es fundamental, ya que no solo debe contemplar conocimientos técnicos sobre el uso de la inteligencia artificial, sino también fomentar habilidades críticas que permitan a los futuros trabajadores comprender sus implicaciones éticas y sociales.

Una estrategia clave para abordar este desafío es la colaboración entre universidades y empresas tecnológicas, un esfuerzo que el 73% de los estudiantes encuestados considera esencial para mejorar la inserción laboral.

A pesar de las dudas en torno a esta tecnología, los jóvenes también ven las oportunidades que ofrece, desde impulsar la investigación y el desarrollo, hasta automatizar tareas repetitivas para liberar tiempo para actividades más creativas.

La clave para aprovechar estas oportunidades radica en la habilidad de los futuros profesionales para actuar como un puente entre lo humano y lo digital, según Narciso Michavila, presidente de GAD3, consultora española que realizó el estudio.

La respuesta a estos desafíos comienza en las aulas. Montse Civera, directora académica de Planeta Formación y Universidades, destaca que la integración de la IA en los programas educativos es una necesidad urgente. Según Civera, se está enseñando esta tecnología desde el pensamiento crítico, incorporándola en cursos especializados y asignaturas de diversas áreas. Esta estrategia busca formar profesionales capaces de evaluar tanto los riesgos como las oportunidades de la inteligencia artificial, promoviendo una visión equilibrada de su impacto social.

En esta misma línea, los estudiantes parecen tener claras sus prioridades. Mientras que los colombianos ven en la IA un motor para avances en investigación y desarrollo, los italianos apuestan por su capacidad para aumentar la productividad y los franceses valoran su aplicación para automatizar tareas repetitivas.

Michavila destaca la importancia de que los jóvenes elijan carreras que les apasionen y que les permitan desempeñar roles híbridos entre lo humano y lo digital. Estas habilidades serán críticas en un futuro donde, de acuerdo a Michavila, "ninguna profesión será inmune a la transformación impulsada por la inteligencia artificial".

Aunque el miedo a ser reemplazados por un robot afecta a una parte importante de los jóvenes y otros sectores, la inteligencia artificial también abre nuevas posibilidades.

Expertos y estudiantes coinciden en que la clave está en adaptar la formación académica, fomentar la colaboración entre universidades y empresas, y desarrollar competencias que permitan a los profesionales navegar con éxito en un mundo laboral cada vez más tecnológico.