El modelo en crisis: caída en el consumo y salario mínimo por debajo de los niveles de 2001

La euforia financiera que impulsa la popularidad de Milei tiene un lado oscuro: el consumo continúa en picada. Grandes compañías de consumo masivo no prevén alcanzar los niveles de venta de los años 2022 y 2023 hasta dentro de dos o tres años, según un empresario consultado por LPO.

Un estudio respalda esta sombría predicción: Según el último informe de la consultora Scentia, en octubre la caída en el consumo superó el 20% en comparación con el año anterior.

En todas las categorías de productos se observaron descensos significativos. Los rubros más afectados fueron los productos impulsivos, con una baja del 29.1%, seguido por higiene y cosmética con un 25.8%, bebidas alcohólicas con un 22.3%, bebidas no alcohólicas con un 17.1%, desayunos y meriendas con un 19.3%, limpieza del hogar y ropa con un 18.2%, productos perecederos con un 17.2%, y alimentación con un 17.1%.

Los empresarios reconocen en privado la urgente necesidad de recuperar el poder adquisitivo de los salarios. Desde la llegada de Javier Milei al gobierno, es decir, desde finales de 2023 hasta octubre de 2024, el salario mínimo vital y móvil ha disminuido un 28.4% en términos reales. Esta reducción representa casi un tercio respecto al año anterior y alrededor de la mitad en comparación con finales de 2015, según el último informe del Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (CIFRA).

"Argentina ahora financiará su gasto a través de impuestos, lo cual constituye una novedad económica significativa", destaca el informe de CIFRA. La pérdida histórica es tan considerable que el valor real del salario mínimo es incluso inferior al vigente durante gran parte de los años 90 y en la crisis final del régimen de Convertibilidad.

La comparación del salario mínimo con las líneas de pobreza e indigencia revela una situación aún más crítica que en 2001. En octubre, el salario mínimo solo alcanza para adquirir el 54.3% de la canasta básica familiar que define la línea de indigencia, y poco más de una cuarta parte de la canasta de pobreza.

Sin embargo, este proceso no se puede atribuir exclusivamente a Milei. CIFRA señala la continua pérdida de poder adquisitivo desde 2015 hasta la fecha. "De no haberse producido la merma en el poder adquisitivo del salario mínimo desde finales de 2015 hasta ahora, en octubre pasado este salario habría superado los 590,000 pesos, representando más del 143% respecto a la canasta básica alimentaria", indica el informe.

Desde la llegada de Milei, la caída en el consumo ha sido tan pronunciada que los supermercados mantienen descuentos fijos del 25% sin límite de reintegro, mientras que los mayoristas lanzaron ofertas de liquidación para intentar reducir pérdidas.