El martes, el Presupuesto 2025 presentado por Javier Milei logrará dictamen con apoyo del PRO, UCR y los bloques federales; es decir, a instancia del pedido de los gobernadores, que reconocen el ajuste de las partidas presupuestarias pero prefieren un proyecto aprobado que una gestión de la economía respaldada en decretos y discrecionalidades. A cambio, piden distintas medidas para alivianar la carga financiera de las provincias: coparticipación de las ATN, certificaciones de obras públicas, pago de la deuda que Nación tiene sobre las cajas previsionales y otras compensaciones.
La versión final del proyecto se conocerá en la misma Comisión de Presupuesto y Hacienda, en donde los diputados aliados terminarán de sellar la institucionalidad de la estrategia económica del Gobierno para el 2025, al que le solicitan -a futuro- gestualidades para jubilados y universidades que no se verán reflejados en la redacción del dictamen de mayoría. El peronismo y los radicales más opositores (referenciados en Democracia para siempre) presentarán sus propias propuestas como agenda de trabajo y de demandas para los próximos semestres, pero no podrán colar ninguna iniciativa en el texto oficial, que aún tiene que ser sometido a la revisión del Senado.