En medio de negociaciones tensas con el Gobierno, Macri intenta evitar la partida de dirigentes hacia La Libertad Avanza a través del operativo “nueva generación”

Mauricio Macri evalúa regresar de Cumelén antes de febrero, luego de haber pasado las fiestas y gran parte de enero en su residencia en Villa La Angostura, una costumbre en verano para él. Sin embargo, ha mantenido siempre su atención en el panorama político. El año 2025 podría marcar un punto de inflexión para el ex presidente y su partido, por lo que no pierde detalle de los acontecimientos. El PRO se prepara para un complejo escenario electoral, con el objetivo de mantener su relevancia y resguardar el control de su bastión principal, la Ciudad de Buenos Aires. Esta situación ha incrementado la actividad política de Macri.

Macri ha convocado a una reunión de la Mesa Ejecutiva del PRO para la próxima semana, programada para el 29 de enero en un lugar aún por confirmar. Aunque la reunión podría llevarse a cabo en formato virtual, no se descarta que Macri viaje a Buenos Aires en los próximos días para participar de forma presencial. Este grupo selecto de personalidades del partido se reúne mensualmente desde 2024 para analizar temas relacionados con la vida partidaria, la política y la economía.

En la Mesa Ejecutiva participan los gobernadores del PRO Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Jorge Macri (CABA) y Nacho Torres (Chubut); los intendentes Soledad Martínez (Vicente López) y Guillermo Montenegro (Mar del Plata); los legisladores nacionales Cristian Ritondo, María Eugenia Vidal y Diego Santilli; así como Facundo Pérez Carletti, secretario general del partido, y Fernando De Andreis, dirigente y principal estratega del macrismo.

Durante el encuentro se abordarán la estrategia electoral del PRO para 2025, la posible suspensión de las PASO en la Ciudad y el adelantamiento de las elecciones porteñas, la posibilidad de establecer un acuerdo electoral con La Libertad Avanza y, especialmente, el futuro de la candidatura de Mauricio Macri. Además, se discutirán temas de gestión de los territorios gobernados por el PRO, la relación con el Gobierno y la actualidad legislativa. En estos días, el macrismo se encuentra enfocado en definir el plan electoral para el presente año.

Recientemente, se generó agitación en el sector del PRO debido a la salida de Diego Valenzuela, intendente de Tres de Febrero, que formalizó su alejamiento del partido para sumarse a La Libertad Avanza, movimiento con el que ha estado vinculado desde mediados de 2024. A pesar de haber iniciado su movimiento junto a Patricia Bullrich como una forma de crear una corriente interna en el PRO para erosionar la figura de Macri, Valenzuela ha consolidado su lealtad a Sebastián Pareja, es decir, a Javier y Karina Milei.

Macri minimiza la salida de Valenzuela, con quien ha mantenido una relación tensa desde la campaña electoral de 2023. Está consciente de que el Gobierno está intentando seducir a dirigentes del PRO, por lo que se centra en evitar una posible fuga masiva de figuras hacia La Libertad Avanza, a pesar de la presión de intendentes y gobernadores que abogan por llegar a un acuerdo con Milei.

El ex presidente considera que el Gobierno está devaluando al PRO y postergando las negociaciones de un acuerdo, mientras que Milei cree que las señales de reactivación económica, la baja de la inflación y un pacto con el FMI fortalecerán su posición para el cierre de listas. En el macrismo reconocen que la estabilidad económica es un activo crucial para el Gobierno, por lo que consideran que es fundamental discutir los términos y condiciones de un acuerdo electoral lo antes posible.

Macri identifica a Santiago Caputo, estratega de Milei, como el principal obstáculo para concretar dicho acuerdo. Algunos referentes del PRO mencionan que Karina Milei también se muestra reticente a establecer vínculos con el PRO, y expresan su preocupación por la visión negativa que el Gobierno tendría hacia Macri y su partido. Esta situación de desconfianza dificulta la posibilidad real de un pacto electoral entre ambos espacios.

El PRO busca acelerar esta discusión desde la Ciudad de Buenos Aires, donde Jorge Macri convocará a la Legislatura para debatir en sesiones extraordinarias, durante febrero, un temario que incluirá el proyecto de suspensión de las PASO. Se espera que cuente con el apoyo del peronismo porteño liderado por Juan Manuel Olmos para llevar adelante esta reforma. En caso de lograr los 40 votos necesarios, las primarias serán canceladas y las elecciones porteñas adelantadas para el 18 de mayo.

Si se concreta esta medida, en la Ciudad se comenzaría a discutir sobre candidaturas en febrero, cerrando alianzas en marzo y listas en abril. En esta coyuntura, el macrismo busca asegurar la gobernabilidad en la Legislatura, desligar la campaña porteña de la nacional y obtener una victoria anticipada frente a La Libertad Avanza, lo que podría impactar en el Gobierno antes del cierre de listas a nivel nacional.

Toda estrategia electoral está sujeta a múltiples variables que pueden cambiar en cualquier momento. Por otra parte, se observa un acelerado movimiento para impulsar candidatos del PRO en todo el país, especialmente jóvenes o nuevos dirigentes, con el objetivo de proyectar una imagen de renovación. Esta iniciativa, liderada por Facundo Pérez Carletti y Martín Yeza, busca ejercer presión sobre el Gobierno de Milei para acelerar las conversaciones y crear las condiciones para una eventual alianza electoral.