El Gran Premio de China de Fórmula 1 presenció la vibrante victoria de Oscar Piastri, seguido de cerca por Lando Norris en el McLaren, en una carrera que marcó el hito del 1-2 número 50 para la escudería. Sin embargo, al término de la competencia, se desató un escándalo que sacudió el clasificador general de la segunda fecha de la temporada.
De acuerdo con el informe técnico de la Federación Internacional del Automóvil (FIA), las Ferraris de Charles Leclerc y Lewis Hamilton, junto al Alpine de Pierre Gasly, fueron descalificados por no cumplir con el peso mínimo reglamentario de 800 kilogramos tras retirar el combustible. Estos monoplazas registraron un peso de 799 kilogramos, infringiendo el Artículo 4.1 del Reglamento Técnico.
Durante las audiencias con los comisarios, los representantes de Ferrari y Alpine admitieron los errores, confirmando que las mediciones realizadas por la FIA eran correctas y sin circunstancias atenuantes, catalogándolas como "errores genuinos". La descalificación de Leclerc y Hamilton representó un duro golpe para Ferrari, puesto que ambos habían finalizado en posiciones puntuables, mientras que Gasly ya estaba fuera de puntos antes de su exclusión.
Posterior a las exclusiones, Ferrari emitió un comunicado reconociendo los errores y comprometiéndose a no repetirlos, asumiendo la responsabilidad de las infracciones técnicas. Mientras tanto, Alpine se refirió de forma escueta a la descalificación de Gasly, lamentando el incumplimiento técnico que les costó la eliminación de puntos.
La corrección en la clasificación benefició a pilotos como Esteban Ocon, quien ascendió al quinto lugar, y a otros competidores que avanzaron en la tabla final. La próxima parada será en el histórico Autódromo de Suzuka para el Gran Premio de Japón, donde Ferrari buscará recuperar los puntos perdidos y Alpine intentará sumar sus primeras unidades en esta temporada.