Un estudio realizado por el Instituto Politécnico Nacional de México (IPN) ha puesto en evidencia los posibles efectos perjudiciales de la exposición prolongada a campos electromagnéticos, como los emitidos por teléfonos celulares y WiFi, en seres vivos.
Según el reporte, los resultados obtenidos tras cinco años de investigación mostraron daños significativos en ratones, incluyendo estrés oxidativo, alteraciones en el sistema reproductivo y efectos neuropsiquiátricos.
Qué daños tuvieron los ratones tras cinco años de exposición
De acuerdo con el comunicado del IPN, el estudio fue llevado a cabo por especialistas y estudiantes de las Escuelas Nacionales de Ciencias Biológicas (ENCB) y de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (ESIME) de México entre 2015 y 2020.
Los resultados preliminares indicaron que los ratones expuestos a estas condiciones experimentaron una serie de efectos biológicos adversos.
Entre los hallazgos más destacados se encuentran el estrés oxidativo, daños en el esperma y los testículos, alteraciones en el electroencefalograma (EEG), apoptosis celular, daño en el ADN de la sangre periférica y efectos genotóxicos que afectaron el desarrollo físico y motor de los animales.
Contaminación electromagnética: un problema invisible y constante
El doctor Linares explicó que cualquier dispositivo que funcione con energía eléctrica genera campos electromagnéticos, lo que significa que las personas están constantemente rodeadas de este tipo de contaminación.
Aunque esta forma de contaminación no es visible ni perceptible de manera inmediata, su presencia es innegable, especialmente en un mundo donde el acceso a internet y el uso de dispositivos electrónicos se han convertido en necesidades básicas.
Sin embargo, el estudio del IPN sugiere que incluso las radiaciones no ionizantes pueden tener efectos acumulativos en los organismos vivos, especialmente cuando la exposición es prolongada.
Efectos a largo plazo y la necesidad de más investigaciones
Uno de los puntos clave del estudio es que los efectos de la contaminación electromagnética no son inmediatos, lo que dificulta su detección y análisis. Según el reporte, es necesario evaluar los impactos en varias generaciones para comprender completamente las consecuencias de esta exposición.
El doctor Leandro Brito Barrera, otro de los expertos involucrados en el estudio, explicó que la contaminación electromagnética ocurre cuando un organismo vivo permanece en contacto, de manera directa o indirecta, con una fuente de radiación capaz de generar un campo electromagnético dañino.
Brito Barrera también señaló que el uso simultáneo de múltiples dispositivos electrónicos puede intensificar la exposición a campos electromagnéticos.