Los fabricantes de celulares cerraron 2018 con el peor nivel de ventas de los últimos catorce años. El panorama se agrava aún más si se tiene en cuenta que la base de usuarios de 2004 era significativamente menor que la que existe ahora.
De acuerdo a un informe de la consultora Carrier y Asociados, los despachos del año pasado alcanzaron los 8,5 millones de unidades, contra los 7,4 millones registrados a mediados de la década pasada. Ahora hay unas 44 millones de líneas en uso (luego de la limpieza de las que no están registradas) contra las 13,5 millones de aquel entonces.
El estudio señala que también el contrabando se vio alcanzado por el contexto macroeconómico y se estima que en 2018 cayó casi un 50% respecto del año anterior, para ubicarse por debajo de 1,4 millón de unidades.
"Las condiciones del mercado y las reacciones de cada uno de los actores determinaron que éste haya quedado concentrado en Samsung y Motorola, que entre ambos tienen las tres cuartas partes del negocios. LG y Huawei entraron en procesos de reorganización interna luego de alcanzar valores de participación muy por debajo de lo que tuvieron (LG) o de lo esperado ( Huawei)", describió Carrier.
El escenario macroeconómico impactó "mucho" en la producción local de Tierra del Fuego, que "venía haciendo esfuerzos para bajar sus costos pero que se vieron diluidos por la brusca devaluación", señala el estudio.
Caída de la producción
Argentina se convirtió en el mercado de América latina con mayor penetración de smartphones. Sin embargo, la caída del consumo también llegó hasta un segmento que en los últimos años había tenido un crecimiento exponencial. "La devaluación le pegó fuerte a los consumidores, que lo primero que hacen es restringir la compra de bienes durables. En el caso de los smartphones vamos a pasar de un mercado de algo más de 10 millones en 2017 hasta los 8 millones de equipos de este año", le explicó a BAE Negocios, Federico Hellemeyer, Presidente de las Asociación de Fábricas Argentinas de Terminales de Electrónica (Afarte). Pero el año que viene, el panorama promete empeorar: las fábricas fueguinas esperan ensamblar cerca de 7,5 millones de unidades, un nivel similar al del 2004.
La gran mayoría de los fábricas de productos electrónicos se encuentra en Tierra del Fuego. De ese total, el 66% se encuentra en Río Grande y el resto en Ushuaia. Por la coyuntura general, buena parte de los 8.500 trabajadores que emplean esas plantas tuvieron que se suspendidos durante este año.
No obstante, el titular de Afarte asegura que, por un acuerdo firmado con la UOM hace un año, no hubo despidos. "La capacidad ociosa se ubica en general entre el 40% y 45%".
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